Solución al informe PISA

Cada ciertos meses nos encontramos con un nuevo fracaso en el informe PISA, que a grandes rasgos viene a medir la competencia matemática, la lingüística y la científica, y ahora, parece que también, la resolución de problemas de la vida cotidiana (programar un electrodoméstico, comprar billetes de metro, etc.). Ante esto me atrevo a proponer la solución a este gravísimo problema. Un alumno de secundaria tiene 30 periodos lectivos a la semana que deberían quedar repartidos de la siguiente manera: 10 para matemáticas, 10 para lengua, 5 para ciencias, 3 para resolver problemas y, por supuesto, 2 para religión. Así, de paso, resolvemos de un plumazo la financiación de nuestro sistema educativo, ya que para un instituto medio bastaría con unos pocos profesores de matemáticas, otros tantos de lengua, la mitad de ciencias, algunas madres voluntariosas que son las mejores a la hora de solucionar problemas y un profesor de religión que a su vez asumiría la importante misión de dirigir el centro. Así, sin lugar a dudas coparíamos las primeras posiciones del informe PISA, eso sí, a costa de crear alumnos autómatas y adocenados incapaces de adaptarse a los cambios vertiginosos que exige la sociedad actual y futura. Está claro que nuestro sistema educativo tiene carencias que hay que tratar sin dilación, pero por favor, reflexionemos sobre esos cambios y no actuemos a golpe de titular.