La importancia del ferrocarril de vía estrecha.

Durante décadas la vía de ancho métrico surtió de mercancías y pasajeros a las ciudades e industrias del norte de España por su facilidad para superar la accidentada geografía norteña. Hoy, sin embargo, la vía estrecha languidece en todas las comunidades del norte por la falta de inversiones necesarias para su mantenimiento. Se suceden los fallos en la infraestructura y en las unidades de tren, y faltan contrataciones, al punto de que muchas veces los trenes deben ser substituidos por autobuses o taxis. Faltan planes para modernizar el obsoleto servicio en León, en Asturias y en Galicia. La conexión ferroviaria entre Bilbao y las ciudades de Santander y León adolece de lentitud y falta de eficacia. El tren de vía estrecha puede y debe ser hoy y en el futuro un elemento vertebrador de las ciudades con el campo, y de las distintas comunidades autónomas entre sí. Para ello, el Ministerio de Fomento ha de aprobar un plan para su futuro, y las instituciones locales deben ser exigentes en su aplicación. Cuando se terminen los excelsos planes de grandes infraestructuras deberemos fijarnos en el mantenimiento de la pequeña infraestructura que sustenta nuestra sociedad.