cartas al director

Sobre el plenilunio

y la Semana Santa

N o es mi intención enmendar la plana al Excmo. y Rvdmo. Sr. Luis Ángel de las Heras, obispo de León, sobre su tribuna Semana Santa 2024 del pasado viernes, pero sí es preciso aclarar que no «comenzamos a mirar hacia el primer plenilunio de la primavera boreal la noche del Sábado Santo» como afirma en su primera frase, ni «durante la Semana Grande la luz de la luna va brillando cada Día Santo más fuerte, más grande, más hermosa», como afirma más adelante. Y no es así porque este 2024 el primer plenilunio de la primavera boreal se produce el Lunes Santo día 25 (de ahí que el Domingo de Resurrección sea el día 31, domingo siguiente al primer plenilunio). Desde el Segundo Concilio de Nicea (año 787) la Pascua se celebra el domingo siguiente al primer plenilunio del equinoccio de primavera. Todo esto es fácilmente comprobable si nos fijamos esta Semana Santa en la evolución de la luna: veremos cómo la parte visible de la luna irá disminuyendo de forma progresiva desde el Lunes Santo (el martes de Pascua, 2 de abril, ya estará en cuarto menguante).

Pido disculpas por mi atrevimiento, pero creo que es preciso aclarar este aspecto meramente histórico, sin menoscabo del contenido litúrgico o evangélico de la tribuna comentada.