Odisea y no de Homero

Jueves, 6:45 horas. Nuestro hombre se despierta preocupado por si hoy podrá ir a trabajar. Despierta a su esposa: "Levántate. No sé como estarán las cosas." Entre ambos, con el alma en vilo, despiertan a las niñas. Las dejan al cargo de los abuelos. "No se preocupen si no las pueden llevar al colegio". Comienza la odisea. Tras una caminata de casi veinte minutos para cubrir un kilómetro escaso, nuestro hombre alcanza su destino. La parada de un autobús cuya llegada es incierta. Allí ya hay otras personas esperando otros autobuses. Autobuses que no pasarán. El suyo sí. Tras una larga espera expuesto al frío y la nieve, llega. Pero, una hora después aún no ha llegado a su destino. Destino a apenas siete kilómetros. Entre tanto, su esposa ha tratado de conseguir un medio de transporte autobús, taxi, …. para poder acceder a su trabajo. ¡Misión imposible! El "servicio público" de autobuses no funciona. Los taxis están en huelga … ¿Solución? Una larga caminata de cerca de tres kilómetros a varios grados bajo cero, con 25 centímetros de nieve y bajo una copiosa nevada. ¿España años cuarenta? ¿Alemania tras la posguerra mundial? ¿Bosnia tras la guerra de los Balcanes? ¡No! León, 17 de diciembre de 2009. Europa en el Siglo XXI. ¡Sin comentarios!