¿Jaque al rey?

Seguro que todos recuerdan la última actuación del jefe de Koldo. Ya lo sé, es imposible olvidarlo. Yo casi lo tenía ya solapado en ese lugar en el que a la mínima la memoria se convierte en humo, pero las cosas de la política tienen estas cosas —qué redundancia— y esas mismas cosas me han obligado a desempolvar a Koldo y toda la ordinariez que le rodeaba. El caso es que en el PSOE de León sobran (presuntamente) casi 200 carnets, 200 afiliaciones que ni son ni trabajan en León, con la vida y la hacienda en otro lugar. Y la pregunta es ¡quién las firmó? La exclamación no es baladí porque esconde una incógnita con mucha guasa, o no en el caso de que algunos creamos que la política es una actividad honorable.

Imagínense que estos 180 nuevos afiliados vivieran cerca de Koldo o, más cerquina todavía, así como por detrás de los Maristas. Lo mejor de todo es que al parecer todas esas fichas se metieron dos días antes de que se cerrara el censo, que ya saben que ahora empiezan los congresos y asambleas para elegir la jefatura y el alcalde... Ay el alcalde. Si el problema es que no pueden no quererle, que es eso de que ni contigo ni sin ti mis males tienen remedio, aunque Javier Alfonso aún no sepa que está condenado a levantarle el brazo.

¿Estará el PSOE dispuesto a arrancarle unas Primarias al secretario de la Agrupación Local de León? Recuerden que es la que más militantes tiene de toda la Comunidad. ¿Estarán dispuestos a correr el riesgo de perder la Alcaldía y, por ende, la Diputación?

Al cabo todo lo decidirá el fin, que siempre justifica los medios. Lo que está por ver es si el gambito de Koldo surtirá efecto o si el que todos quieren en jaque se convierte en reina.

En el horizonte, lo más cercano es la convocatoria de unas elecciones que con toda probabilidad darán la vuelta no sólo al gobierno de la Comunidad —se acabaron las mayorías absolutas y Ciudadanos está a punto pare la autoextinción— sino de muchas coaliciones locales. Y entonces, veremos a qué despacho vamos al visitar León.