La Fele en Santiago

El mes que viene se cumplen 40 años de la firma del estatuto que dio a Castilla la autonomía y condenó a las afueras de la Junta al vasallaje. Me acuerdo porque han salido los de la Fele a decir que la Xunta (Galicia) no tiene en cuenta a los empresarios leoneses en la cosa del corredor Atlántico, sin darse cuenta de que llevan tanto tiempo remoloneando por las instituciones del PP —el único régimen que perdura en España— que ésta ya ni siquiera les considera, simples mascotas a las que hacen cucamonas cuando conviene.

Se han quejado de que dejan fuera al presidente en la próxima reunión que se celebrará en Santiago de Compostela y no es por meter cizaña, pero ¿Para qué? ¿Cuál cree el señor Cepedano que es su papel en un  meeting  en el que León no cuenta para nada? Porque, vale que la representación siempre tiene un plus cuando lo único que haces es figurar, pero la Junta de Castilla hace tiempo que desplazó el noroeste para que no concordara con la provincia a la que los empresarios de la Fele dicen defender.

Ahora, al comienzo de una campaña electoral que desembocará en el mes de diciembre, no estaría de más que los señoros que llevan toda la vida en el momio luchen por los intereses de los empresarios de aquí, los de verdad, los que pagan nóminas e impuestos que hacen un poco menos frío el invierno al que otros llevan condenándonos desde hace 40 años.

Nos encaminamos al medio siglo del estatuto, medio siglo del crujir de dientes —es broma— en el que nos abandonaron los jerifaltes del PP, incapaces de darse cuenta de que, si hubieran hecho como los vascos con Vitoria, hoy tendrían un siervo más y un problema menos.

Pero, a lo que íbamos, que a Cepedano & co les molesta no estar invitados a la mariscada que se ha montado hoy en Galicia. Queda por ver si estarán los de la Fele de Valladolid, Burgos o Palencia. Más que nada porque es a ellos y a nadie más a los que les afecta la cosa.