Editorial | Las huellas, más allá de la mina

La recuperación de los espacios afectados durante algo más de un siglo por la actividad minera (no sólo de los cielos abiertos) es una de las asignaturas pendientes a las que la transición justa tiene que hacer frente. El fin de las obras de restauración de Nueva Julia cierra un capítulo saldado no sólo medioambientalmente, sino en los tribunales europeos y con un elevado coste para las arcas públicas (las que llena el conjunto de los ciudadanos). Tanto en ese caso como en los que se resuelvan a partir de ahora, hay que confiar que menos conflictivamente, conviene llamar la atención sobre el hecho de que las restauraciones se realizan con criterios técnicos, pero a día de hoy no han querido escuchar las propuestas que desde destacados departamentos investigadores de las universidades se lanzan. La recuperación va más allá, y no es razonable desoír a quienes tienen algo que aportar.