Editorial | Nuevo fracaso en las pugnas para captar proyectos que mejoren León
La confirmación de que el Centro de Estudios Penitenciarios no tendrá su sede en León es un varapalo que invita a plantearse qué está ocurriendo con los representantes de esta tierra frente a las instituciones públicas que gobiernan sus compañeros de partido. Vox plantea abiertamente que detrás de esta acumulación de fracasos están las guerras internas del PSOE, una circunstancia notoria que impide una mínima coordinación, y que parece evidente que también se hace sentir en la falta de unidad a la hora de defender los proyectos y, lo que sería aún más grave, que se podrían estar entorpeciendo para evitar los triunfos del adversario aunque curiosamente sea de la misma formación.
El Centro de Estudios Penitenciarios, como también ocurría con el Centro Europeo de Ciberseguridad, es una plataforma con capacidad para generar un enorme efecto dinamizador en materia económica y de empleo. La famosa y tan manida Mesa por León duerme el sueño de los justos cuando ya ha superado su primer año de vida y parece claro, tras conocerse el último varapalo de pérdida de población, que las cosas tienen que empezar a cambiar y a hacerse de otra manera si se aspira a alcanzar un cambio en esas tendencias. Lamentablemente de nuevo la realidad da argumentos a los que se abonan al tremendismo y al pesimismo que tanto daño han hecho a León.
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