Diario de León

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El notable crecimiento de la población de osos en la Cordillera Cantábrica es una excelente noticia para todos y un logro tanto de las administraciones públicas como de las asociaciones conservacionistas que llevan años luchando para revertir la crítica situación en la que se encontraba esta especie hace varias décadas.

Pero no vayamos a morir de éxito con este tema. Que tantos años de trabajo, de esfuerzo y de dinero público no se vean ahora empañados por no saber gestionar ese incremento poblacional del que en muchos territorios, sobre todo asturianos, ya están sabiendo sacar beneficio gracias al ecoturismo. Son bastantes las quejas que este verano nos llegan de pueblos de Laciana alertando de que la presencia de ejemplares cerca de los núcleos urbanos es ya demasiado frecuente. Daños en explotaciones apícolas en Lumajo, árboles frutales destrozados y el ataque a una vaca preñada en Villar De Santiago, son realidades que están causando una comprensible preocupación entre los habitantes de estos pueblos, que en esta época de año además se llenan de niños y niñas correteando por sus calles.

Voces expertas, como la del presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero, pedían hace unos días medidas más contundentes a la Junta de Castilla y León para evitar que el oso empiece a ser, en vez de un recurso turístico para los territorios oseros, un problema. Extremar la vigilancia en estas zonas, utilizar medios sonoros o pirotécnicos para disuadir e incluso recurrir a las pelotas de goma en los casos más extremos son algunas de las actuaciones que la Junta debería poner en marcha de manera inmediata a través de sus agentes medioambientales. Pero de momento lo único que ha hecho es habilitar una línea telefónica para que todas aquellas personas que divisen osos cerca de sus casas, cojan y llamen. Me recuerda un poco a los siempre entrañables chistes de Gila. «Hola, ¿es el enemigo? ¿Pueden parar la guerra un momento?». Pues parecido. «Oiga, que he visto un oso, ¿qué hago?. ¿Vienen ustedes?». No lo veo yo muy efectivo a corto plazo, entre otras cosas, porque esos osos están ya más que localizados por las Patrullas Oso y porque son ya muchas las quejas que la delegación en León de la Junta ha recibido de los vecinos. Nada, que con estas medidas el oso nos lleva ventaja, como el enemigo a Gila.

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