Osos que están y se les espera
Parece que los osos nos estaban dando un verano tranquilo. El año pasado, por estas fechas, eran constantes las denuncias de los vecinos de las zonas oseras que se quejaban de las siempre inquietantes visitas nocturnas de estos amigos de lo ajeno que se colaban en los huertos a esquilmar los frutales o se acercaban a los contenedores de basura a buscar comida fácil.
Parece que este año el calor les ha tenido un poco aletargados —en el fondo no somos tan diferentes— y de momento, hasta ayer en Villaseca, no han protagonizado visitas sorpresa en los pueblos.
Ahora, con las temperaturas un poco más frescas y visto que empiezan a escasear los frutos silvestres del monte, será más fácil que se dejen ver un poco más, algo que para muchos puede resultar fascinante, pero que para muchos pude ser un motivo de alarma. Tampoco les culpo.
Resulta fácil pedir un poco de tranquilidad cuando se vea a un oso merodear por nuestros alrededores, pero no me quisiera yo ver en esta situación.
Lo que sí es recomendable es no hacer de esto un espectáculo. En la retina tenemos las imágenes de un coche detrás de un osezno que corría de noche sin saber donde huyendo de la cámara un «aberzado» —de berza— conductor, al que me gustaría a mi ver corriendo delante de otro coche, puestos a imaginar, conducido por un oso.
Elucubraciones a parte, no hay que olvidar que existe un protocolo creado para evitar incidentes no deseados con nuestros vecinos de cordillera, aunque siempre el mejor protocolo es el sentido común.
El protocolo establece que lo mejor es avisar al 112 para que envíen a personal especializado a la zona y valoren la situación. Normalmente, ese personal es el que forma parte de las Patrullas Oso que desde hace meses tienen controlados a todos los osos y sus crías para analizar su comportamiento y adelantarse a estos episodios, que de repetirse, obligan a aplicar una serie de medidas como luces disuasorias o sonidos para ahuyentarlos. Solo el verano pasado la Patrulla Oso Alto Sil y los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León constatan la presencia de entre 10 y 15 plantígrados en las inmediaciones o zonas urbanas de Laciana y Alto Sil. A ver este año si se portan bien.