Diario de León

Creado:

Actualizado:

Lo que está pasando en el canal de Arriola de León, y en otros muchos canales de la provincia, es de juzgado de guardia, en el más literal sentido de la palabra. La muerte diaria de decenas de animales de todas las especies es injustificable, es una constante pérdida de biodiversidad que no se puede tolerar ni un día más.

La manera en la que las administraciones miran desde hace años para otro lado ante la masiva muerte de animales que caen a una trampa segura y fallecen tras horas y horas de agónica lucha por la vida no puede seguir ocurriendo.

La semana pasada, la CHD anunciaba un plan que junto con el ministerio pretende instalar medidas, como rampas, para evitar la muerte de animales en los canales, pero la vida de estos seres vivos no puede esperar a que, como dicen desde el organismo de cuenca, responsable de estas instalaciones, a ue acabe la temporada de riego para empezar las obras, y eso no ocurrirá hasta por lo menos octubre.

No quiero ni calcular cuantos animales morirán hasta octubre, cuando los vecinos, por ejemplo, de Paradilla de la Sobarriba, donde quizás se encuentre el punto más mortal del canal de Arrilola, se encuentran cada día con hasta seis animales muertos delante de sus narices.

Ya que por los corzos, jabalíes, perros, gatos o otros animales que caen como moscas al canal no se hace nada, quizás las administraciones deberían hacer algo pensando en que la acumulación de cadáveres, que en el mejor de los casos se recogen una vez a la semana por los camiones de Enervisa, puede generar un problema de salud pública, ya que no hay que olvidar que el agua en el que reposan días y días sus cuerpos es un agua destinada al riego de cultivos que acabarán en nuestras casas.

Pero digo, igual que cae un perro, un ciervo o un jabalí, puede que un día ocurra una desgracia mayor, y que al canal, al que cualquiera puede tener acceso, aunque los carteles disuasorios digan lo contrario, caiga un niño o una persona mayor, y tengamos que lamentar algo más la muerte de decenas de animales que no me parece poco.

Afortunadamente, hay asociaciones como Urda, Sacrificios Cero o Ecologistas en Acción llevan años exigiendo responsabilidades y no pararán hasta conseguirlo.

tracking