Edificio Padre Isla, 41-43

Noviembre de 1943. Luis Aparicio Guisasola firma dos ‘Casas de Renta’ para Miguel Pérez Vázquez, industrial carpintero, en un solar de la Avda. Padre Isla, cuyos trabajos dirigió con Rutilio Fdez. Llamazares como aparejador. Concibió las dos Casas independientes, con estructura de muros de carga en cinco crujías paralelas a la calle. Con sujeción a un Decreto del Gobierno de ese mismo año proyectó dos ‘Refugios Antiaéreos’ en los sótanos de ambas Casas que construyó con robustas losas de hormigón capaces de soportar las elevadísimas cargas resultantes de un posible bombardeo.

La planta baja para tiendas y dos portales con escalera de tres tramos, —hoy con ascensor en su ojo—, para bajar a los ‘Refugios’ y subir a cinco plantas, más otra sexta añadida durante las obras, con 24 viviendas, 12 en cada Casa. Dispuso los alzados a la calle simétricos y tripartitos.

Basamento de sillería caliza con refinadas portadas clasicistas en arco de medio punto custodiadas por pilastras toscanas, también adosadas a los machones que separan los huecos de las tiendas y parecen soportar un entablamento completo.

Cuerpo noble de ladrillo en tono oscuro aparejado a tizón, ¡tan leonés!, con un paño ciego sobre cada puerta y otros lienzos verticales que abren vanos recercados con repisas sobre consolas y guardapolvos, entre finísimas pilastras jónicas con pedestal, también de piedra artificial que, a modo de orden gigante, articulan la fachada y apuntalan un tercer cuerpo con vanos arqueados —en ‘serliana’— entre más pilastras toscanas bajo el cornisamento que remata la composición… A principios de los 40, Aparicio también dejaba a un lado el racionalismo salmón y el art-decó ¡tan queridos por él!, para dialogar con esa arquitectura seudohistoricista propiciada por el Régimen… Su probada formación académica le permitió trazar -tal vez inspirado en modelos toledanos- ésta, contenida pero extraordinaria fachada clasicista de ladrillo y ‘piedra’… hoy torpemente repintada de blanco… ¡Lamentable!