Porco governo

M adrid es un ombligo a un ego pegado, ombligo superlativo ya en Quevedo, ombligo sayón y escriba, talla elefante bocarriba. Madrid es siglos de ombliguismo pichi y, si se palpa, se ve archiombligo frisón y caratulero o, como hoy, el Cheli Ombligón más ombligado... y de Madrid copian ombligo los diecisiete ombliguismos del poliedro nacional, poliedro irregular. Y a tantos ombligos, tantas madres... y banderas. Ojo.

Entendamos, pues, a los isidros. Nevó a modo en media España, pero en Madrid cien veces más les pareció, nunca vieron tal y pocos recuerdan la del 71, así que se montaron su propio «Resplandor», peliculón nevado con su algo de miedo en el que cabe el sopetón del pasmo, la comedia, la improvisación, lo infantil, la angustia... y todos los móviles grabando el acontecimiento como selfie histórico o campo de chorradas y valentías que sirven después a los telediarios para embutir trineos, cacharrazos y tontuelos en su menú nevadito... o tontuelas de telebasura que acuden al plató con botas presquí para demostrar la heroicidad de haber tenido que pisar nieve en su acera.

Entendámosles, sobreactúan, no sabían. Ni saben que hay una España tumbada bajo nieves cada invierno a la que no le prestan ese cacareo dejando solo al anciano despoblado que abre vereda zanjona entre casa y casa a puro brazo y pala. Eso y más hace todo particular por ley en Nueva York: retirar la nieve de su acera y dejarla limpia bajo multón severo, si es que no una demanda penal por lesiones si un peatón se esnafra allí por no tener expedita la vía. Pero Madrid es Madrid.

Tardarán décadas en volver a verse así. Dejémosles Y sonría aquí el montañés viendo a la Filomena venir golfa haciéndoselas pasar putas un rato; ¿y se piden por ello la medalla de «zona catastrófica»? Ahí va la Ayuso con su  neva, porco governo  ,alegando que Madrid es  una nación dentro de la nación española , el ombligo por donde paren los dioses griegos. ¿Comprenderán ahora la angustia incomunicada de la España a la que nunca miran?... No.