Diario de León

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Hoy, día 2 del año 2021 (cuánto dos ahí, patito lindo, patito, y cuánta mala seña en los años que  acaban con uno ), hoy, digo, ya pueden arder los deseos y propósitos en las hogueras del hielo, que el hielo también quema, dígalo el alpinista, y si ahí no ardieran nuestros cambios o planes, ya se licuará ese bloque helado borrando las promesas y deudas que hayamos escrito en él... libreta de acreedores.

Y aquí nos llega el Tiuno, padre del Tidós, abuelo del Titrés... patas para un banco, el mismo banco en el que medio planeta seguirá sentado a verlas venir o a que pase el cadáver que le levante de tanta postración y expectativa.

Ramirín, el de Chelo, solo desea que no se cumpla, pordiós, la profética película «Mad Max», ese apocalipsis donde Mel Gibson va de prota redentor, y ahostiador legal, peli australiana rodada en 1978 y ambientada en el año 2021 que entonces nos quedaba lejísimos, casi improbable, pero aquí está, así que toca madera o di como la chavalería de esta ciudad en los años 50 «cheli meli, toco hierro», que no sé a qué venía lo de tocar hierro, ¿quizá porque nos era más fácil tocar la hebilla del cinturón que encontrar un lápiz?... yo lo resolvía fácilmente por llevar siempre navajina barata de hierro y cacha de palo.

Ese 2021 del Loco Max o Locura Máxima, que de las dos maneras puede traducirse Mad Max, está marcado por la escasez de agua, falta de combustible y energía, crisis económica (¿nos suena?) y caos social con pandillas y facciones dominando las carreteras sin presencia del Estado. Y ahí va el héroe como quien dice ¡ahí va el Ebro! al rematar un cuete de jergón... a darlo todo.

Aquella distopía de 1978 queda exagerada para este año que estrenamos, sin duda, pero tampoco es difícil que se abra en 2021 la escuela para ir aprendiendo esas cosas, la ley de la selva, o sea, como ahora, pero sin miramientos ni parlamentarismos, rompiéndose la sociedad en facciones, exits y naciones, política envenenada del  arímate pallá . Por de pronto, con la disculpa del virus, ya no hay pena en ir cerrando fronteras a cal y canto... tiuno, tidós...

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