Una de lobín lobate

Trajo ayer Otavito su réplica al alcalde de Candín (Ancares) que dijo que en cada uno de sus pueblos había «chorcos» para cazar lobos y que quedan tres en buen estado, pequeños corrales de muro de pieda suelta para trampear al bicho con cebo vivo (raro que en la mísera vida del andurrial ancarés dilapidaran alegremente cabritos a tal fin, nunca se vio). Y vino a dejar claro Otavito la gran patraña que es tratar de hacer pasar esas arcaicas defensas muradas por chorcos para atrapar lobos, al tratarse solamente de curmeneiros, colmeneiros, colmeneros que, en según que zonas bercianas, cabreras, maragatas o sanabresas, se llama también corte, cortín o cortelo y en cuyo recinto se protegían los abelleiros, abejeros o colmenas que hasta no hace tanto eran troncas huecas -mejor de alcornoque o zufreiro, corcho que no pudre como la madera- con base y tejadillo de pizarra u otra llousa. Y si ese alcalde conociera la historia básica de sus pueblos, sabría que uno de los productos que más exportaba esta zona en los últimos siglos era la cera y la miel (intensa miel de urz y monte recio, miel oscura como el alma de un tesorero). Y si eso era chorco ¿qué hacían con las tantísimas colmenas que exigía tal producción?, ¿las sacaban de sus cortelos para esparcirlas por el monte dándoselas a la boca del oso, que es quien obligaba a levantar muretes en los curmeneiros para impedir su asalto?... porque el oso fue siempre frecuente aquí y su mayor enemigo, esa es la única razón de estos «corrales». Las muchas cererías de la canóniga Astorga demadaron siempre mucha cera y le llegaba de Ancares, Cabrera o la Sanabria que aún ofrece ver más de treinta de estos colmeneiros sin necesitar decir que son chorcos... o tentaderos, ya puestos. Y pide Octavito a ese alcalde que se apee de tan linda trola y respete la verdad y la memoria de las gentes que tanto laboraron ahí sus abelleiros. Y que no habría paisaje más didáctico y atractivo que repoblar esos cortines con sus filas de arcaicas colmenas; eso sí que ya no se ve... y porque colgarse lo del lobín lobate es demasiado disparate.