Nuevas edificaciones

El rincón | manuel alcántara

Resurgirá el ladrillo, que ahora es una biblioteca silenciosa y sin lectores. Emergerá con fuerza si el Gobierno cumpl e su proyecto de reforma del Código Penal para endurecer el castigo contra los delitos urbanísticos y medioambientales. Será necesario edificar muchas penitenciarías para albergar a los que se han enriquecido fabricando chalés pareados, con vistas a otros chalés pareados, en terrenos donde echaban carreras los lagartos. La dificultad estriba en que hay más corruptos que celdas.

No es bueno para un país turístico que los hoteles no se llenen y las cárceles estén repletas, pero todos sabemos que la crisis económica ha estado precedida por la crisis moral. Para remediarla se pretende poner a la sombra a algunos funcionarios y altos cargos de baja conducta. Ojalá no se quede en propósito. El Gobierno, que no tiene freno en ciertas cosas, tiene un admirable mecanismo para dar marcha atrás en otras, como en la jubilación a los 67 años. Eso de retrasar el fin de la vida laboral no podía suscitar un entusiasmo indescriptible en los veteranos y al no poder retirarlos antes del tiempo convenido se ha optado por retirar la ley. El ministro Corbacho, al que le ha caído una buena, aconseja hacerse planes de pensiones privadas. Sálvese quien pueda. Los españoles deberán ahorrar una parte del dinero que les falta cada mes si quieren seguir comiendo algo en los años venideros.

Todo por culpa de la crisis, que afecta incluso a los que la han traído. Circula ahora la historia de un empresario, al que le han cortado hasta la luz del coche, que decidió suicidarse tirándose desde el puente al río, caudaloso después de las lluvias. Tendrá que esperar. Le dieron número para noviembre. La mitad de los españoles está a la cuarta pregunta y la otra media no contesta.