Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Canto rodado | ana gaitero

Digoxina es un medicamento cuyo principio activo ha sido extraído de la digitalis purpurea , la dedalera, como se la conoce popularmente, muy útil para determinados pacientes con problemas de corazón. Sin embargo, como otros fármacos, su dosis tiene que ir proporcionada al peso de la persona.

Conozco el caso de un paciente terminal a quien no se le reguló la dosis a medida que iba perdiendo peso por el efecto devastador del cáncer. La familia fue informada cuando el paciente ingresó en la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Monte San Isidro. Eso explicaba, al parecer, la mala calidad de vida que padeció en los meses precedentes a su fallecimiento. Lo que se explicaba la familia es por qué, ninguno de los médicos que veía al enfermo y particularmente la unidad de cuidados paliativos domiliciaria no reparó en este evento. No hubo denuncia. Pero sí un gran sufrimiento, sólo compensado por la exquisita atención que la persona recibió en el Monte San Isidro hasta su muerte.

Es preocupante que la jefa del Servicio de Hematología escriba que ante un error médico hay dos opciones: comunicarlo u ocultarlo. La ética profesional y su larga trayectoria no le debería permitir a la doctora Moro dudar ni un momento en que la única opción es comunicar el error, por encima de las consecuencias que pueda tener.

Su carta es inquietante porque nos deja claro que hay errores que se tapan para evitar responsabilidades. Ciertamente, hicieron lo correcto al comunicar el error de administración de la medicación a una enferma de cáncer. Y la familia tiene todo el derecho a reclamar por las vías que la ley le permita. No se puede trivializar con el sufrimiento por la pérdida de un ser querido, ni mucho menos con el dolor de las personas que se enfrentan a la muerte por enfermedades irreversibles o por su edad.

tracking