Diario de León
Publicado por
CÉSAR GAVELA
León

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N adie sabe qué va a hacer Zapatero con su futuro político. Solo lo sabe él y esa otra persona misteriosa que el propio interesado ha dicho que también está al tanto. Es posible que se vaya después de las elecciones autonómicas y m unicipales de mayo, que pintan muy feas para los socialistas; o acaso en el otoño. Pero yo no descarto del todo que sea de nuevo el candidato del PSOE en marzo de 2012. Aunque eso parezca hoy por hoy poco menos que quimérico.

Lo que no dudo es que él querría presentarse, y ver de ganar. Algo que, por sorprendente, sería un éxito descomunal. Y un fracaso no menos descomunal de Rajoy. Parece, en todo caso, que se agota su tiempo en la Moncloa, algo que producirá gran consternación en diversas personas, muy especialmente en algunas vinculadas al mundo de la cultura. Lo llorarán con motivo, sin duda. Pero que les quiten lo bailado. Por mi parte, soy de los que piensa que ZP podría abordar otros quehaceres públicos cuando lo deje. En lugar de convertirse en un conferenciante multimillonario y admonitorio como sus antecesores. Desde luego, yo no veo a Zapatero metido en asesorías escandalosísimamente retribuidas.

También es cierto que Aznar y González ahí le superan en mucho. Por unas razones u otras, ambos fueron políticos de Fuste. Uno consolidó la democracia y nos llevó a Europa; el otro protagonizó un milagro económico. No es el caso de ZP, que parece una especie de criado de doña Merkel. Aunque un criado al que le gusta desobedecer un poco.

Zapatero podría ser alcalde de León, pienso ahora. Sería un modo original, elegante, humilde y cercano de reorientar su vocación política. Que nadie le discute, como tampoco su enorme habilidad de volar desde lo ignoto y remoto hasta la Moncloa. Sin escalas. Un ZP regresado a León, alcalde pacífico y carismático. O un presidente de la Diputación cordial y relajado, feliz en la provincia. Con sus ríos y su pesca, con sus paseos por la ribera del Bernesga, con sus caminatas por la Candamia. Y con su presencia sufriente en el palco de la Cultural. No más sufriente que la presencia de las autoridades en el palco de la Deportiva, donde el dolor cruje lo suyo.

Un ZP que iría a Ponferrada de cuando en cuando y que pasearía contento por los verdes campos de la Ciuden, una gran idea que tanto ha de beneficiar a la capital del Bierzo, y que sería inimaginable sin el impulso del presidente leonés. Un hombre que ha cometido errores grandes y uno histórico: haber impulsado el estatuto de Cataluña. Pero que, pese a sus carencias y debilidades, mantiene bien su imagen de ciudadano honrado y demócrata. Y de un poco malvado políticamente, pero es que eso es imprescindible en su profesión.

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