Diario de León
León

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Con el prólogo del otoño vencido, aparece la Guardia Civil para llevarse las plegarias de los rapaces que cambiaron mayo por septiembre y octubre para celebrar el mes de María. El fruto prohibido que se escondió entre los maizales de la vega del Órbigo a primeros de julio, las semillas que se dejaron en el huertín de la abuela para que no olvidara echarles un agua cuando regara los geranios, las macetucas que adornaban la terraza para envidia de la vecina del quinto que un día no aguantó más y se arrancó a pedir un esqueje, a ver cómo se da en el corredor, que tiene mucha luz ... Cogollos a punto que en los últimos meses han sumado casi 500 kilos de plantas de marihuana aprehendidos en la provincia leonesa para mayor gloria publicitaria de la Benemérita, dentro de una operación de vigilancia que ha incluido helicópteros para dar cobertura desde el aire, por si alguno se echaba a volar después de dar tres caladas a la cosecha. Un operativo destinado a luchar contra estos «ilícitos penales», que ni siquiera son delitos y en la mayoría de los casos satisfacen el autoconsumo o se meten en orujo para bajar a la bodega con los amiguetes, más allá de plantaciones con las que alguna convierte el sótano de una casa de Carbajal de la Legua en un Amazonas alimentado por lámparas artificiales.

El alijo adorna las estadísticas de los jefes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, ahora que se mete el invierno por las isobaras y empiezan a caer copos del cielo para disimular la nieve que corre por la calle una noche cualquiera, de enero a diciembre. Un negocio de ventanilla como el que en mayo interceptaron a punto de meter cuatro kilos de cocaína lista para imprimir pasión por la napia a la Semana Santa leonesa, con un agente doble vestido de verde sin que nadie le hubiera pedido que se infiltrara. Un mercado en el que cualquiera al que se le descoloque un poco la mandíbula conoce qué timbre tocar, en qué teléfono contestan a cualquier hora o dónde hay un pintas que la vende buena, que tiene unas rulas muy baratas y se enrolla si hoy no tienes pasta. Trapis que abundan en un León espídico donde no llegan las fotos de las operaciones de incautación y sobreviven los que la han movido siempre, a pesar del empuje de los que vienen de fuera.

¿Cuántos porros caben en una raya de cocaína?

Pasa calada.

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