España y Europa no deben obviar el carbón

El informe de perspectivas futuras de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) debería servir al Gobierno de España y a la Unión Europea para rectificar sus posturas liquidacionistas hacia el carbón. En el Viejo Continente la demanda del mineral energético es alcista pero el problema es que se sigue apostando por las importaciones masivas mientras se suprime la producción autóctona. El carbón es una de las pocas fuentes de energía de las que dispone Europa, y también España, y no tiene sentido que se siga apostando por su eliminación para generar una mayor dependencia, en muchas ocasiones de zonas del Planeta donde la inestabilidad política es un mal endémico.

La defensa del carbón como valor estratégico y como fuente generadora de riqueza ha sido reiterada desde las cuencas españolas. Es un valor fundamental que no se tenido en cuenta a la hora de aplicar unos recortes que están mermando a pasos agigantados el sector minero.

Es verdad que no todo puede ser dinero público y que es necesario que las empresas avancen hacia la competitividad, pero también que se necesita el máximo esfuerzo para conseguir un carbón más limpio medioambientalmente, con la aplicación de tecnologías que frenen las emisiones, que hoy por hoy son el grave inconveniente al que se enfrenta el sector a la hora de pelear por su futuro. La IAE alerta contra esas emisiones pero desde la provincia de León con la Ciuden se prueba que la limpieza del carbón es posible.