¿Igualdad ante la ley?... ¿?¿?

El miércoles, día de San Isidro, estábamos sentados en la plaza del Vendimiador en Cacabelos mientras hacíamos tiempo para oír, mejor dicho, para ver la orquesta Panorama. Por cierto, es todo un espectáculo… ¡vaya montaje!... sorprende…

Me comentaba un buen amigo que le parecía bien mi opinión sobre el caso de la hija del Rey y de su yerno… pero en lo que toca a la Justicia decía él que había mucha más «tela que cortar»… En ese instante vi que tenía al alcance de la mano el tema para mi comentario de hoy…

Creo que desde que tengo uso de razón, siempre me causó extrañeza y me sorprendía ver como para cualquier ladronzuelo de poca monta o alguien que por necesidad se «aprovechara» de lo de los demás… la Justicia en muchísimos casos era y sigue siendo implacable… ¡ojo! no me parece mal que actúe… es lo suyo… lo que no concibo ni entenderé nunca es que no actúen así con gente de camisa blanca y corbata de seda, que se pasea por los ministerios y por los «sitios de postín» de cualquier gran o pequeña ciudad cometiendo tropelías y que más o menos todos sabemos quienes son y lo que hacen… La Justicia ante ellos se inhibe de una manera escandalosa… dicta sentencias en muchísimos casos ridículas… eso, lo vemos, lo sufrimos y aguantamos en plan estoico… no son casos aislados, no, son de libre circulación y cotidianos…

El conjunto de la sociedad vemos como muchísimos casos de esos quedan impunes y que se cierran en falso, como si tal cosa… pienso que así no hay manera de salir adelante ya que nos sentimos todos desasistidos como «peleles» manejados y dirigidos a distancia por toda esa pléyade de gente desalmada que roba y se lo lleva todo «con mano envuelta en guante blanco y cuello duro»…

Me decía mi amigo que la Justicia, ante estos «desfalcos» de «gente bien» tenía que actuar e intervenir con otros parámetros para medir y dictar las sentencias, tal como hace con cualquier «mindungui» o con alguien que comete un robo o un crimen, pues aparte de juzgar el hecho en sí mismo, les añade y suma agravantes tales como alevosía, premeditación, nocturnidad, etc. Para esta otra gente que se lo lleva todo «por el morro», que visten traje de alpaca de marca, calzan zapatos italianos y que van exhibiendo «su palmito» por los sitios «más exclusivos» incluidos los restaurantes de «nueva cocina» (tienen que marcar la diferencia…) con dinero ajeno… ¡claro! La Justicia tenía, mejor dicho tiene, que obligatoriamente al juzgar el delito en sí mismo añadirle dos o tres agravantes por lo menos de obligado cumplimiento… Uno, el primero de Avaricia ya que no se conforman con nada, todo les parece poco… Otro de Prepotencia ya que piensan que están por encima del bien y del mal y lo único que buscan es el avasallarnos de una manera obsesiva. El otro agravante podría ser de Apariencia ya que se escudan en su disfraz de Gentleman estando más o menos bien situados y con «buenas» (entre comillas) relaciones sociales ¿a cuento de qué viene esa búsqueda enfermiza de aparentar más de mil veces lo que no son?... La acusación de las fiscalías sería más o menos así: «Se le acusa a Vd. por robo manifiesto con los agravantes de… avaricia, prepotencia y falsa apariencia»… Las sentencias no me cabe la menor duda serían más acordes y justas por esos delitos de fraude generalizados…

Os aseguro que es así como se erradicaría de una puta vez todo ese «tinglado» en el que está asentada una parte de esta enferma y moribunda sociedad… Nadie quiere arriesgarse y tirar «la primera piedra», no lo hacen porque saben que les «puede rebotar»… Nadie se mueve, nadie dice nada. Que todo siga igual, «a rio revuelto ganancia de pescadores»

Decía yo el otro día que aquello de que todos somos iguales ante la ley, que decía el Rey, era una afirmación grandilocuente y gratuita… bueno en el fondo reconozco que tiene su sentido… ¿iguales? sí, siempre que tengas los medios suficientes para pagar un buen bufete de abogados como los contratados para la NO imputación de «la hija»…¿?... esa es amigos la tan manoseada y cacareada igualdad, queda muy bien pero la realidad es más prosaica… las cárceles están llenas de gente con pocos medios, los que los tienen andan «sueltos» riéndose y cachondeándose de todo dios. ¿Igualdad ante la ley? …sí…¡no te jode!... a los hechos me remito…