Extraordinario esfuerzo para ajustar las cuentas
El Ayuntamiento de León finalizó el año 2013 con un superávit de 12,06 millones de euros y una deuda total, entre financiera y comercial, de 312 millones. Cuando el actual equipo de gobierno llegó al consistorio la auditoría realizada por la empresa Deloitte certificó una deuda acumulada de 434 millones de euros, 225 de ellos relativos a deuda vencida. Las cifras muestran que el Ayuntamiento redujo esa deuda total en los últimos tres años en 122 millones, si bien 12 de ellos corresponden al gasto que debe asumir en las obras del Palacio de Congresos.
La reducción de la deuda vencida se debe en parte a su conversión de deuda comercial a financiera gracias a tres créditos ICO por valor de 175 millones que, en principio, devolverá en diez años.
Las cifras efectivamente revelan que los planes de eficiencia y de ajuste ideados por el equipo de Agustín Rajoy y aplicados por el gobierno municipal han funcionado, en el último ejercicio gracias sobre todo a una reducción del 12% en el gasto corriente y a que los ingresos superaron en 1,27% las previsiones. Tan satisfactorio o más es saber que el pago a proveedores se realiza en 29 días, frente a los 60 a que obliga la ley.
Sin embargo, hay dos aspectos preocupantes: que la inversión real sigue reducida a mínimos —apenas un millón— y que si Hacienda no amplía a veinte años la devolución de los créditos el Ayuntamiento se vería obligado a pagar unos 22,5 millones de euros al año. Imposible si el máximo esfuerzo sólo permite generar 12 al año.