Vueltas y vueltas

No entiendo por qué en esta provincia nuestra le damos tantas vueltas a las cosas para al final terminar haciéndolas mal. Para eso se hacen a la primera y salga el sol por Antequera. Porque se entiende que si se tiene tiempo para darle vueltas también se tendrá para pensarse las cosas y ver pros y contras antes de decidirse. Esa es la teoría, pero la práctica o, mejor dicho, la realidad es muy otra. Para muestra, dos botones.

Lleva diez años parada la gasolinera de Sáenz de Miera y ahora parece que quieren darle un empujón. Ha pasado tanto tiempo que en la zanja abierta han crecido árboles, que sobresalen por encima de la valla. Esa gasolinera quiere sustituir al surtidor que hay en Padre Isla y un problema burocrático de plazos ha alargado el proceso. Creo que si se hizo para sacar del casco urbano un potencial peligro, no debe colocarse en este lugar. ¿El mejor sitio para la gasolinera es al otro lado de la pared de una piscina pública? ¿De verdad se ha pensado en las posibles consecuencias de esta ubicación? ¿Es tan necesaria ésta teniendo en cuenta que se construirá otra a un kilómetro en línea recta —en Mercaleón— y que será también de acceso público?

Cuando menos son preguntas que merecen una respuesta seria y responsable. ¿Se imaginan —Dios no lo quiera— que tras ubicar la gasolinera se produjera un accidente en un momento en que la piscina municipal estuviera a tope? ¿A quién habría que exigir responsabilidades? No se puede tener la seguridad de que nunca ocurra una tragedia, y la única manera de evitarlo es olvidar que alguna vez se proyectó en ese lugar y cambiar el emplazamiento por uno menos lesivo.

El otro botón es el tren de Feve. Se ha gastado mucho dinero en intentar la integración en la ciudad y ahora se quiere acabar en La Asunción. No parece lógico. Y tampoco lo es volver a cerrar los accesos abiertos e incomunicar ambos lados de la vía. Habrá que gastar dinero, pero se debe hacer con el proyecto que mejor se adapte a las necesidades de un medio de transporte que no incomunique: sencillo, duradero y lo más asequible para que no tengan que seguir hipotecados los impuestos de nuestros nietos, porque los de nuestros hijos ya lo están. Para este viaje a ninguna parte se podían haber ahorrado todo lo que se ha hecho, porque si no se hace lo fundamental, no tiene sentido. Sólo para los que ya se han beneficiado.