Diario de León
Publicado por
CÉSAR GAVELA
León

Creado:

Actualizado:

El pasado día 10 de abril cené en León apenas a cinco metros de Isabel Carrasco, de su novio y de una amiga. Fue en el restaurante Ezequiel , en la calle Ancha. Yo no me decidí a saludarla porque no era cosa de interrumpir en aquella cena que parecía feliz y sosegada. En todo caso, Isabel me miró de un modo que significaba, con claridad, que me había identificado. Naturalmente lo que estoy contando es bastante menos que una nadería, pero lo que sucedió un mes después le confiere otra pátina. Porque una muerte trágica y tan insólita, parece que da solemnidad a cualquier asunto mínimo relacionado con la víctima.

Yo la había conocido en 2008 en Barcelona, en una noche literaria dedicada a un ilustre leonés de Cataluña, el berciano Ramón Carnicer. En aquel acto estaban, entre otros, Luis del Olmo, Juan Carlos Mestre, Jesús Courel, Valentín Carrera y, por supuesto, Doireann MacDermott, la viuda del escritor, y su hijo Alonso. El acto, multitudinario y hermoso, dedicado a un leonés ejemplar, fue organizado por la Asociación de Bercianos en Cataluña, siendo clave en dicho empeño el faberense César Argüelles.

Fue una noche emotiva, llena de cordialidad y de sentimiento leonés. Era bonito que tan lejos de León habláramos de la provincia natal, y, sobre todo, honráramos a un hombre como Ramón, que era, a la vez, ciudadano de Cataluña, de España y del mundo. Y que tanto quería al Bierzo y a León.

Allí habló Isabel Carrasco, quien, cuatro años después, y en tiempos de graves penurias presupuestarias, implicó con gran generosidad a la Diputación con motivo del centenario del nacimiento de Carnicer. El escritor leonés, es curioso, nunca fue más reconocido en su tierra que bajo una corporación regida por la derecha. Seguro que, de haberlo sabido el interesado, habría quedado muy perplejo, aunque también habría manifestado su gratitud y lo habría hecho con su gran sentido del humor.

Carnicer fue un hombre inequívocamente de izquierda, libre y muy crítico con el poder. Con el de Franco y con el nacionalismo catalán. También con el PP. Pero eso último, que sin duda Isabel Carrasco sabía, fue por completo irrelevante, como por otra parte es lógico y democrático. Ella tendría otros defectos, algunos muy jaleados en estos días, pero el no ser sectaria en la esfera cultural debe ser reseñado porque es una lacra muy común a muchos políticos, de todos los espectros ideológicos, y un triste vicio unánime entre los dirigentes nacionalistas.

Ahora Isabel Carrasco es historia. Pero quedará su recuerdo largos años. Yo solo la conocí por ese avatar que narro, ignoro otras cuestiones. En todo caso, valoro su origen modesto de chica de pueblo, hija de ferroviario, y admiro su afán de superación. Ella luchó siempre por su provincia natal, defendió con energía y tenacidad los intereses de esta tierra.

tracking