Diario de León

FRANCAMENTE

La economía que se nos anuncia

Publicado por
JUAN CARLOS FRANCO
León

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Dicen que ya nada volverá a ser igual después de esta crisis que nos tiene agarrados por las pelotas y no deja de hace juegos malabares con ellas. Y debe ser cierto —eso, o que nos hemos vuelto todos locos, opción tampoco descartable en ningún caso— porque sólo así se entienden algunas salidas de tono como las que en las últimas jornadas nos han presentado equipos futboleros del nuestro entorno comarcal.

Será por aquello tantas veces repetido de que la crisis llegó a este terruño más tarde, por lo que las fiebres que profanan iconos en Lugo o León para favorecer el producto autóctono, también se retrasarán a la hora de cebarse con la inteligencia y tentar la falta de escrúpulos de nuestras gentes.

Es de suponer que será cuestión de tiempo. Y que igual que otros han mancillado sus camisetas para vestirse de camareros o de tapa de pulpo con su cañita, nosotros hagamos lo mismo con nuestro botillo o las bicicletas, como se refería alguno para hablar del Mundial. Es lo que tiene la desesperación de intentar sacar la cabeza del pozo, que por cuatro pesetas te dejas el honor y hasta la vergüenza.

Pero es lo que queda a la espera de tiempos mejores. No hay lugar para los románticos. El balance de resultados prima sobre todas las cosas por obra y gracia de esta nueva economía para estos nuevos tiempos.

No está mal que en momentos en los que todo está de ganga (desde las camisetas de los equipos que juegan al balompié hasta los contratos de los trabajadores) que aparezca, de cuando ven vez, algún visionario con nuevas ideas, que, cuando menos, aporta cierta frescura al cansino devenir de ‘esto es lo que hay’. El último ha sido un donnadie. Un tal Slim, quien lejos de manchar la camiseta del club que se ha agenciado en esta España nuestra de rebajas con la imagen de un plato de fabes, ha propuesto que se trabajen sólo tres días a la semana.

A una persona que ha sabido amasar dinero en cantidades industriales, cuando menos, habría que tenerla en cierta consideración. Por el momento, seguro que más de uno hoy, en la feria de Villafranca, se estará buscando la camiseta con el rostro del compadre mexicano, mientras que el pulpo estará donde tiene que estar, en el plato. Y si es servido por un camarero de la Cultural, mejor.

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