EDITORIAL: Obra necesaria para el corazón de León

La reforma limitada de la plaza del Grano podrá finalmente ponerse en marcha con el visto bueno de Patrimonio. Tras meses de incertidumbre derivados de un error de cálculo del equipo de gobierno, cuando abrió el proceso para la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) con el proyecto de obra ya adjudicado, el tiempo ha terminado por poner las cosas en su sitio para que se pueda afrontar con normalidad esa mejora sustancial para los vecinos de la zona y para los visitantes del León histórico.

La polémica generada hace nueve meses cuando se aseguró incluso que el pavimento de la plaza permanecía inalterado desde hace varios siglos hoy puede observarse con la perspectiva de los datos objetivos: que en febrero de 1989 fue levantado en su totalidad y restaurada siguiendo las fórmulas tradicionales en este tipo de empedrado. Una circunstancia que ha permitido su adecuada conservación, un objetivo que tiene que ser por encima de todo el primordial a la hora de cualquier actuación.

La plaza del Grano —que hoy volverá a ser singular protagonista de las celebraciones de San Froilán como es habitual cada año— tiene un valor especial para el casco antiguo de León. De algún modo exhibe el sabor de esa vieja villa que era el centro comercial de las comarcas leonesas. Pero ante una situación de deterioro la lógica impone una actuación y también cuando existen problemas para el tránsito de los viandantes.

Conservar este tipo de joyas urbanas es imprescindible pero también hace falta que se aplique la lógica y se evite la demagogia, una práctica demasiado fácil cuando se habla del patrimonio histórico.

La obra de la plaza del Grano es necesaria y con una formulación limitada como la que se ha ideado lo lógico es que se realice cuanto antes. El corazón de León debe exhibir la mejor cara posible.