Diario de León
León

Creado:

Actualizado:

La actualidad se empecina cada día en generarnos sorpresas y desacreditar esa vieja aseveración de que ‘no hay nada nuevo bajo el sol’. Parece que los episodios vividos últimamente en estas tierras justifican sobradamente esa afirmación. Pero en medio de ese auténtico maremágnum de acontecimientos que estamos padeciendo surgen noticias puntuales que resultan esclarecedoras.

Este fin de semana este periódico publicó el sorprendente dato de que en las juntas vecinales leonesas se manejan más de 32 millones de euros —más de 5.000 millones de las antiguas pesetas— sin que existiese hasta ahora un mínimo control. La situación supera con creces el esperpento si se tiene en cuenta que en una mayoría de estas entidades ni siquiera se llevaba una mínima contabilidad.

La entrada en vigor de no sé que reforma exactamente abrió un apocalíptico debate sobre si alguna de las pedanías conseguiría sobrevivir a estos ataques lanzados desde el Ministerio de Hacienda contra el ente ‘que mejor encarnaba todos los valores de la democracia’. Transcurrido el tiempo parece que la práctica totalidad van a sobrevivir —o quizás todas si llega la presumible prórroga—. Y todo ello incluso aunque hay bastantes que corresponden a localidades donde ya no queda nadie o casi, pero donde ‘existen’ personas —que siguen censadas pese a estar asentadas incluso desde hace un par de generaciones en León o Ponferrada— que gestionan un patrimonio que sí es realmente valioso como se prueba ahora con estas cuentas.

Resulta que al final lo realmente escandaloso es que durante años y años ese patrimonio formado por explotaciones de caza, de montes, de bosques... hasta sumar esos más de 5.000 millones de las antiguas pesetas se ha gestionado sin que quedase al menos un rastro mínimo en una libreta y ya no digamos nada sobre una posible revisión o control por algún tipo de organismo institucional. Lo que roza lo apocalíptico es que se mirase para otro lado y que se dijese que se buscaba crear impedimentos imposibles de salvar por las juntas vecinales con el objetivo de ‘robarles’ su patrimonio.

Es verdad que hay pedanías con un funcionamiento ejemplar, que han modernizado los pueblos y sus servicios e infraestructuras. Pero también hay mucho neocaciquismo y mucho negociete que a estas alturas exigía a gritos luz y taquígrafos.

tracking