EDITORIAL: Antibióticos abre las puertas a León y a una nueva etapa para la compañía

Antibióticos reabrió ayer sus puertas. Lo quiso hacer en una fecha especialmente señalada y de una forma simbólica recibiendo a los leoneses —autoridades, sindicalistas, trabajadores, familiares, curiosos e incluso niños— en el inicio de una nueva etapa para la empresa y también de una manera efectiva, marcando fechas concretas, definiendo objetivos y adelantando plazos para retomar la actividad productiva en una fábrica que históricamente fue el gran símbolo del desarrollo industrial de la provincia.

Y lo hizo además escenificando la voluntad de establecer una nueva relación de la propiedad de la compañía con la sociedad leonesa en general, con una actitud muy distinta de la altiva, tumultuosa e irresponsable exhibida por quienes precedieron a la actual dirección en la gestión de la compañía. Black Toro Capital adquirió Antibióticos en el proceso liquidador de la sociedad, tras el concurso de acreedores. Pagó por ella diez millones de euros y ayer quiso hacer visible no sólo el trabajo realizado desde entonces —invirtió 25 millones de euros en el adecentamiento y la mejora de las instalaciones y los medios técnicos, y prevé concluir esa tarea con 10 millones más, es decir, habrán sido 45 cuando se ponga a trabajar— sino también el que queda por hacer y que afrontará de manera inmediata con el mantenimiento de una plantilla de 170 trabajadores de los que inicialmente 50 se verán afectados por una suspensión temporal de empleo en rotación.

Uniformados como los demás empleados y confundidos entre ellos, Rafael Beaus y Juan Molins, presidente y director general de la compañía, respectivamente, adelantaron tras la visita algunos de los planes más inmediatos. Lo hicieron desde una actitud afable y en un ejercicio de transparencia para diferenciar también en este sentido esta nueva etapa de la anterior. Antibióticos retomará la actividad laboral en febrero con el objetivo inmediato de recuperar su posición en el ránking mundial de elaboradores de penicilina —llegó a ser el sexto—, en marzo iniciará la producción de semisintéticos y en junio pondrá en marcha la elaboración en la zona estéril. Más adelante, a lo largo de 2016, volverá a fermentar penicilina bajo la exigencia de alcanzar el 7% de la producción mundial, igualando el máximo que llegó a alcanzar en sus mejores tiempos. Será entonces cuando ya se habla de ampliación de plantilla. Por el momento ya es importante que retome la actividad y que desde la dirección se tenga esa sensibilidad y apetencia por recuperar la imagen y el prestigio social que también alcanzó en otros tiempos.