EDITORIAL: La Junta obliga a Hacienda a reparar el agravio de Montoro

«Una cosa es ser buenos, ortodoxos y reales y otra cosa es ser tontos». Lo dijo el presidente de la Junta, muy enfadado y en su enésimo enfrentamiento con el Ejecutivo de Rajoy en defensa de los intereses de la comunidad autónoma, cuando acusó al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de «mentir descaradamente» y de manipular las cifras de las previsiones de ahorro para Castilla y León en su adhesión al nuevo mecanismo del Gobierno de facilidad financiera para 2015. Sólo unos días después y tras duros e irónicos cruces de mensajes entre Valladolid y Madrid, el equipo de Montoro no sólo tuvo que dar la razón a la consejera Pilar del Olmo, sino que se vio obligado a pedir «perdón» por el «error» en las cifras de ahorro del nuevo mecanismo de financiación, que Hacienda había situado en 163 millones y que finalmente permitirá a la Junta disponer de 92 millones adicionales en sus Presupuestos para este año si finalmente se acoge al plan. Tras la reunión que Del Olmo mantuvo ayer en Madrid quedó claro, como defendía, que la diferencia en el cuadro económico se debía a que Hacienda no había computado el ahorro procedente de las medidas que la Junta aplicó anteriormente, lo que permitió a la consejera avalar la acusación, reiterada también por el portavoz de la Junta, de que efectivamente «existió agravio» con relación a otras comunidades autónomas.

Porque la realidad es que algunos gobiernos autonómicos no hicieron nada para contener su déficit, hasta el punto de que el Gobierno central tuvo que acudir a su rescate a través de los Fondos de Liquidez Autonómica a los que no necesitó recurrir la Junta precisamente porque cumplió con el objetivo de déficit y porque llevaba años aplicando medidas para evitar el descontrol del gasto público. En esa situación parece que era obligado no sólo dar la razón y rectificar, sino también disculparse.