EDITORIAL: El consorcio debe mantener los vuelos
La inminente finalización del contrato con Castilla y León y la decisión hace meses anunciada por la Junta de no seguir financiando convenios con las compañías aéreas, abandonando además los consorcios, había llevado inicialmente a Air Nostrum a tomar la determinación de no seguir operando en ninguno de los aeropuertos de la comunidad autónoma.
Y en esas está, ahora con la excepción de León, donde mantendrá la actividad —vuela cinco días a la semana a Barcelona— hasta el 4 de mayo, fecha hasta la que en estos momentos tiene reservas.
Sin embargo, la confluencia de intereses de la aerolínea, que además cubre rutas estivales desde La Virgen a Palma y Gran Canaria, y tiene el empeño de mantener ese vuelo regular, podría concretarse en un nuevo contrato que mantenga al menos un mínimo de actividad en el aeropuerto y una ruta muy atractiva y de gran interés comercial para León.
El consorcio aeroportuario, ahora sólo integrado por Diputación y Ayuntamiento de León, tiene en caja algo más de cuatro millones de euros de los que no podría hacer otro uso que el de la promoción a través de un nuevo convenio en el que ambas partes se pondrán a trabajar desde el lunes. La probación ese mismo día de la propuesta por parte de la asamblea ya convocada abrirá las negociaciones y, si la propuesta de la compañía es razonable, como todo indica que ocurrirá, porque esa es su voluntad, ambas partes firmarán ese nuevo convenio.
En favor del consorcio debe reconocerse una gran agilidad a la hora de hacerse cargo de la situación y la voluntad firme de evitar una pérdida de actividad en el aeropuerto que sería de efectos demodeladores para la instalación, que quedaría prácticamente abocada al cierre. Mantener el enlace con Barcelona es además clave para León, que no tiene en ese caso la alternativa de transporte eficiente y rápido que abrirá el Ave hacia otros destinos.
