Diario de León
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Las marcas venden pero también generan problemas e incluso contradicciones. El caso más evidente es el del Real Madrid, que exhibe a todas horas el logo de Adidas aunque la marca tenga a Messi como principal exponente. Pero enfrente tienen a un Nike culé a más no poder, pero que aparece en la ropa de Cristiano Ronaldo cuando el portugués se apea la equipación blanca.

Y es que las marcas y las etiquetas se usan únicamente cuando son útiles. Y si no que se lo digan a los candidatos de PP y PSOE que huyen como pueden de unas siglas que en otros momentos eran su principal aval. En las próximas municipales y autonómicas cada vez son más los que prefieren saltar al ruedo a pecho descubierto, pero eso tiene un riesgo, y es que entonces lo que se pondrá en juego es la capacidad y el atractivo político del que dispone cada cual.

Han sido frecuentes las oportunidades —especialmente en los pequeños partidos— en los que un presunto candidato excelente veía cómo en la urna de al lado —la autonómica— caían muchos más votos de su partido. Y en esto sí que hay paridad porque ha habido candidatas que han estado a punto de batir récords de desafección.

Hace ahora cuatro años hubo una marea azul que hizo bueno a todo aquel que se cobijó bajo la gaviota. Y hace ocho el zapaterismo aupó a todo el que fue capaz de hacerse una foto con el entonces caudillo rojo. En uno y otro caso había puñetazos para abrirse un hueco en las listas. Todo lo contrario a lo que ocurre hoy, donde se zurcen descosidos aprovechándose de quienes no son capaces de decir que no porque los válidos saben que no es el momento.

Pero curiosamente, entre los emergentes, el proceso es inverso. Venden las marcas. En esos cajones de sastre sí que sobran aspirantes y se viven auténticas luchas fratricidas entre un catálogo imposible de marcas, agrupaciones y reagrupaciones en el que hace tiempo que se hace imprescindible un mapa para saber elegir el camino del voto hacia la urna. Y si no que se lo pregunten a los que hace un año, bien aderezados por las encuestas, se subieron al caballo ganador de UPyD o IU y ven cómo ni siquiera van a estar en la salida cuando empiece la pelea. Ahora toca C’s y un Podemos ‘aguado’ con un catálogo de lo más variopinto, lo que da aire y esperanzas a quienes saltarán el día 24 de mayo ‘sin red’.

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