Diario de León

EL CORRO

Cuantos menos somos, a más tocamos

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PEDRO VICENTE
León

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C on los datos macroeconómicos en la mano, el PP se felicita de que la crisis haya tocado fondo, alcanzándose el punto de inflexión a partir del cual España ha iniciado la recuperación económica. Bien es verdad que el triunfalismo de que hacen gala ministros como Montoro, que se pavonea ante «el milagro económico español», no es compartido por toda la dirigencia del partido gobernante. Verbigracia, el presidente de esta comunidad autónoma, Juan Vicente Herrera, quien insiste en que no procede dar por superada la crisis mientras persista el actual nivel de desempleo.

Es lo mínimo que cabe decir y no digamos ya si se analizan la ínfima calidad del empleo que se está creando, su elevado índice de precariedad y su baja retribución, factores que han dado lugar a la existencia de una infraclase social, la de los asalariados que no por serlo dejan de estar en el umbral de la pobreza.Por lo tanto, ni siquiera recuperando todo el empleo destruido durante los años de crisis, recobraríamos la situación anterior a la misma

Por el camino se habrán quedado unos niveles de renta y poder adquisitivo que no recuperaremos jamás. Y no sólo eso, también unos recortes al Estado de Bienestar de los que quizás tampoco nos recobremos nunca.

Pero en Castilla y León hay otro mal mayor, que además no ha tocado fondo: el desplome demográfico.

En los seis últimos años, entre el 1 de enero de 2009 y el 31 de enero de 2014, esta comunidad ha perdido nada menos que 91.469 habitantes, un censo equivalente al de toda la provincia de Soria. Pero la cosa no va a quedar ahí, ya que, según datos que acaba de avanzar el INE, en el primer semestre del presente año Castilla y León lleva perdidos otros 12.178 habitantes, producto tanto del déficit vegetativo (7.064 defunciones más que nacimientos) como del saldo migratorio negativo (5.114).

Y estamos hablando de un periodo en el que la economía regional ha venido creciendo; de hecho el PIB de la comunidad subió un 1,4% en 2014 y se espera que lo haga en torno a un 3% cuando finalice 2015.

Todo indica que, en términos macroeconómicos, o incluso en términos económicos sin más, la crisis va a ir quedando atrás. Sin embargo, todo apunta que ello no va a contener la sangría de la despoblación, que, según el propio INE puede proseguir hasta 2023. Y hay un factor que explica esa inversa correlación estadística: la caída demográfica es uno de los elementos que ayuda al crecimiento de la renta en Castilla y León. Cuanto menos somos, a más tocamos. Así de lamentable.

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