EDITORIAL: Un empresa clave minera se ahoga ante la indolencia
La debacle en la que se ha ido sumiendo la minería en los últimos años vivió ayer un episodio trágico. El consejo de administración de la Hullera Vasco Leonesa aprobó la disolución de la sociedad ante la falta de alternativas que sufre el sector del carbón por la crisis que genera la inacción de las instituciones. Una empresa que fue modélica durante décadas y que, de algún modo, ha sido el motor que mantuvo el pulso en la montaña central leonesa se hunde en un proceso injusto y muy dañino para todo el entramado económico inducido que generaba en su entorno en todo tipo de frentes.
El proceso que ha padecido la Vasco y de manera especial las familias que dependían de esta empresa se cierra con este adiós que debería dar paso en el menor plazo posible a una resurreción de la sociedad con todos los apoyos necesarios. El reciente caso de Antibióticos puede servir de esperanza sobre cómo es posible reflotar una compañía después de que haya tocado fondo. Pero el problema que existe en el caso de la minería energética es que se ha probado que todos los plazos y promesas eran meras estrategias dentro de una indolencia generalizada que ha terminado por asfixiar un sector que es imprescindible para las comarcas mineras y para toda la provincia de León.
El paso del tiempo únicamente ha servido para exhibir que nadie estaba dispuesto a buscar soluciones reales. La alternancia de gobiernos tampoco ha sido la solución. Unos hirieron de muerte el carbón y otros le dieron la puntilla. El futuro se ve negro pero habrá que pelearlo.
