cartas al director
c Antonio Arias Terrado escribe con el título ‘El carbón «otra de Romanos»...’: «El otro día salía una noticia sobre el aumento de la producción de energía con carbón, o sea, se quema más mineral y encima sale más barato producir energía con él, y sin embargo queremos cerrar minas y centrales. Creo que esto solo obedece a un régimen especulativo. Ahora veo los datos y la energía hidroeléctrica baja hasta un 50%, y lo peor es que nos sale más caro producirla, mientras la eólica sigue bajando la producción y también nos cuesta más cara. Dicho de otro modo, y para que nos entendamos mejor: Hay poca agua, poco aire, el gas es caro, y las nucleares no dan… pues lógico es que se tire del carbón. Ah! me había olvidado que en España no tenemos carbón, y en nuestras comarcas tampoco…. Aparte de la ironía, no entiendo como el único recurso que se puede almacenar para cuando escasean los otros, lo abandonamos. Un recurso, como es el carbón, que encima da vida a nuestras comarcas y está dejado de la mano de Dios. El problema es la contaminación... pues el de importación también contamina. Hay países muy pobres como Estados Unidos, Rusia, China, Alemania… que tienen el carbón como base principal de energía. Es más, China y Estados Unidos se pasan por el ‘forro’ el protocolo de Kioto. Nosotros, que somos muy ricos, abandonamos los recursos que tenemos. Lo peor de todo esto es que debido a la contaminación política de este sector vamos a tener que depender de terceros países para tener energía y al final lo pagaremos todos. ¡Señores, que en España hay mucho sol y carbón! El aire y el agua es relativa, el petróleo y el gas son caros, y la energía nuclear es escasa y peligrosa si no se cuida. El carbón ha servido como comodín en todas las elecciones, siempre se habla de él en campaña… pero luego se incumple hasta lo firmado. Tenía razón Montoro. Un señor ‘admirado’ por la mayoría de españoles, que dijo que las bajadas de impuestos, de palabra se refería, son muy efectivas un mes antes de las elecciones. Pues bien, con estas palabras ya nos etiqueto a la mayoría de españoles».