Diario de León

HOJAS DE CHOPO

Publicidad a bordo

Publicado por
ALFONSO GARCÍA
León

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Hace ya muchos años viajar en avión era un hecho realmente extraordinario, casi maravilloso. De tal forma que en algunos aeropuertos había un fotógrafo que inmortalizaba el momento en que, subidas las escalerillas, el viajero volvía la vista y saludaba nunca se supo bien a quién. Pero la imagen servía para ilustrar la circunstancia y, llegado el caso, contar en círculos vecinos la historia engrandecida de la aventura viajera. Afortunadamente las cosas han cambiado mucho desde entonces. Entre otras cosas, la intensidad creciente del turismo ha popularizado este medio de transporte desmitificándolo. Pareciera que las rutas aéreas estén saturadas y que el mundo, antes tan ancho y ajeno, se hiciera cada vez más pequeño y propio.

Cada determinación tiene su contrapartida para explicarla. La competencia de la oferta en este caso, lo que ha obligado a la bajada de precios, con la presencia añadida de las compañías low cost. Es, simple y llanamente, la lucha por el reparto de la tarta. Pero tal actitud lleva a la compensación que ha de añadirse al billete propiamente dicho: restricción de equipaje, cobro por la selección previa de asiento, subida de algunos teóricamente más cómodos, espacios cada vez más reducidos y ese etcétera que cada día se alarga más.

Lo que más llama la atención en los últimos tiempos es la publicidad cada día más abierta. Nada de extraño tiene que una azafata o incluso el comandante de la nave anuncie que, próxima la apertura de la tienda, tal o cual perfume tiene muy buen precio y su frescura le acompañará durante todo el día, la precisión insuperable de un reloj, ginebra Bombay a precio inmejorable o deliciosas bebidas calientes. Por poner pocos ejemplos. Oigo a varias personas, que parecen muy viajadas, que los chuches están más baratos en tal compañía, más caros en tal otra gafas de sol y relojes, se dan la mano licores y tabaco…, como si los viajes se eligieran conforme a ofertas de supermercado. Quién sabe. La publicidad de las delicias de tal o cual Comunidad Autónoma —la lucha por los aeropuertos es otro signo de los tiempos— invade reposacabezas y puertas del equipaje de mano. Algunos pasajeros de esta comunidad, también con larga experiencia, según parece, se suben metafóricamente por las paredes al hablar de la desigual subvención que reciben algunos billetes según el aeropuerto de que se trate. ¿Publicidad encubierta? Quién sabe. Les deseo a todos buen viaje.

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