Diario de León

FUERA DE JUEGO

Sioux sin cabellera

León

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Cuando cada miércoles escribo esta columna y veo la foto que la encabeza me queda la duda de si toca ya renovarla. Lo pensaba ayer al ver el tema de apertura del Diario, esa creciente despoblación que se asemeja al conflicto capilar. Recuerdo hace años cómo al escuchar a una amiga el nombre del champú contra la caída del cabello que usaba su padre —y que compraba mi madre— vi la luz o mejor dicho el reflejo de una cabeza en la que ya el porcentaje de pelo no alcanzaba el 50%. Me di cuenta de que hay guerras en las que hay que medir bien los esfuerzos...

Esta semana, como cada 23 de abril, brilló con luz propia —aunque se da a diario— el lamento por la autonomía leonesa. Resultan curiosas las concentraciones con apenas 25 personas—en éste y muchos temas—, aunque a muchos les quedó el regustillo de que en Villalar había menos gente que nunca. Pobre consuelo. Quizá prueba que sí, que cada vez somos menos. Una realidad incuestionable en la que es fácilmente admisible que a León le iría mejor con una autonomía uniprovincial o pluri reteniendo la capital.

León lidera la pérdida de habitantes en la Comunidad pero como toda estadística incluye una razón evidente. Si fuese Ávila la que más pobladores perdiese sería porque los espías rusos habrían inoculado algo en las yemas de Santa Teresa. Pero aquí llegaron ingentes cantidades de dinero en los últimos 20 años para paliar la crisis minera que no se ven por ninguna parte. Y los millones en cursos para formar trabajadores que recibieron patronal y sindicatos se evaporaron, como lo que gestionaron los alcaldes para mejorar sus pueblos y evitar la fuga de personas.

Pensar que el problema empezó anteayer es una falacia. Y resulta curioso escuchárselo a los que huyeron hace tiempo a Madrid, Barcelona o Bilbao. Es verdad que la gente se mueve para buscar una vida mejor y mientras no se ofrezcan alternativas seguirán yéndose de León, de Orense, de Zamora, Badajoz, Guadalajara, Teruel o Ávila.

Tras el fracaso del crecepelo que hizo millonarios a los Bescansa en Galicia es difícil creer en milagros. Falta realismo y sobra demagogia. Mirando siempre hacia el espejo retrovisor y torpedeando cementeras, proyectos forestales, universitarios o el aprovechamiento del monte con la caza y la pesca esto acabará convertido en una reserva sioux. Como dijo aquel, en cien años todos calvos. O por ser políticamente correctos, capilarmente insuficientes.

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