Líderes, mejor que mandones

No es lo mismo líder que mandón. O que mandona, claro. De tal equívoco nacen muchos de los males de nuestra política: de confundir firmeza con autoritarismo, saber con zorrería, buena imagen con mera percha… Todo está inventado. «Dios qué buen vasallo si hubiese buen señor», se proclama en Mio Cid. O sea, si hubiese un buen liderazgo. Este no puede ser ejercido a golpe de chequera, sino de conducta. Me llama mi amigo el ecologista Ramiro Pinto para decirme que en una fachada de Julio del Campo está esculpido un rostro del autor del Quijote, con el lema: «Miguel de Cervantes, príncipe de las letras». El lema está, en efecto, y nunca me había percatado de ello, pero el rostro pertenece al institucionista Gumersindo de Azcárate. Ah, la caverna platónica. Por cierto, durante los cinco años que Cervantes estuvo preso en Argel mostró condiciones de liderazgo, pues organizó 4 fugas. En Felipe VI tenemos a buen señor, que lidera sin mandar ni hacer política. Puigdemont, mero mandón, ha declarado con motivo de la visita del monarca a Cataluña: «El rey del 3-0 no es bien recibido». Lo dice él, que sigue fugado. Los cobardes pueden mandar, pero nunca lideran.

Ciudadanos preguntó en el Parlament por el boicot separatista a un homenaje a Cervantes, programado por Sociedad Civil Catalana. Todo el grupo mostró a la vez un ejemplar del Quijote, en edición de Francisco Rico. La consejera de Cultura, Laura Borràs, tras declarar su identificación con el escritor, añadió: «Espero que se lo hayan leído todos, pues el mejor homenaje que se le puede hacer es leerlo». Ya, pero lo dificulta que no se le pueda organizar en un campus público tal reconocimiento. Borràs firmó un manifiesto en el que se mantiene que el franquismo «colonizó» Cataluña con castellanohablantes. Entristece más en una filóloga.

Quien muestra ya indicios de buenas cualidades para liderar es el leonés Juan Casquero, tercera mejor nota en la prueba de acceso a la Universidad. En su discurso de graduación preguntó »¿Una nota es el mejor método para evaluar la valía de alguien?» Para añadir: «No interesa educar para pensar libremente». Un Quijote, que a su edad tiene clara la diferencia entre líder y mandón. No será nunca uno más.