El mejor piquete

¡ES un gozo ser español! Ahora que vemos tantos reportajes nostálgicos de hace 25 años, conseguimos la máxima aspiración de las generaciones presentes y de los padres de la santa transición. Aznar se quedó corto con su «España va bien». España va magnífica. Lo gana todo. Hizo morder el polvo a potencias como Eslovenia y Paraguay. Y ayer consiguió el orgullo máximo: venció a Sudáfrica. Se pierden muchas horas de trabajo; más que en la huelga. Pero a cambio, estalla el entusiasmo. A ver qué dicen los rojos, porque esto no pasaba con Felipe. Esto sólo pasa con Aznar. ¿Y qué me decís de Franco? Se tiene que estar muriendo de envidia bajo la losa del Valle de los Caídos. Él, con todo lo Caudillo que era, tenía que montar partidos para conjurar el enemigo interior del 1º de Mayo. Ahora que los del 1º de Mayo hacen huelga general, el fútbol se organiza solo. Y gana. «Nunca tuvimos mejor principio de Mundial», decía ayer el telediario. Tampoco nunca tuvimos mejor espectáculo de pan y circo. El fútbol está siendo el mejor piquete gubernamental. Con esta euforia en el cuerpo, con esta dicha nacional, ¿qué importan los inmigrantes de Sevilla? Como diría Arzallus, son los «michelines» del cuerpo social. No representan el sentir nacional. Vaya usted a saber si se han concentrado para ver los partidos en grupo. Vaya usted a saber si se encierran porque no tienen televisor en la chabola. Los pobres hacen cosas muy raras. Cállense, pues, los obispos. Olvidemos las familias que llegan con dificultad a fin de mes. Marginemos lo de Batasuna. Corramos un velo sobre los parados que perderán el paro. ¿Qué importa todo, si España ha vuelto a ganar? ¿Dirá otra vez Pujol que es el españolismo más cutre? ¡Que lo diga! Al fondo se oye al presidente español: «Este partido lo vamos a ganar». Y el coro repite: ¡España, España! ¡Ra, ra, rá!