Yo estuve en San Sebastián Programas de Antena 3 Yo estuve en San Sebastián Programas de Antena 3

El sábado 19, seis y cuarto de la tarde, San Sebastián. Allí estuve, junto con un par de amigos, en la manifestación convocada por la Plataforma cívica ¡Basta ya!. ¡Había que haberlo visto! ¡Multitud de gentes! -venidos de muchos sitios del País Vasco y de otras autonomías-. Quería estar al lado de las víctimas del terrorismo. Unos días previos al domingo, me dediqué a leer detenidamente la intervención del lendakari Ibarretxe en el debate de política general de Euskadi» del viernes 27 de septiembre. Quería contrastar lo que ahí dice, con lo que dicen los medios de comunicación -ya me gustaría saber, ¿cuántos se han leído integramente este discurso, antes de juzgar severamente a Ibarretxe-, y la conclusión que saqué fue que no se puede presentar ningún proyecto serio, hasta que no reine la libertad y se pueda hacer oposición sin miedo. También, me bajé de internet el manifiesto que allí se iba a leer y medité durante una hora, haciéndome la pregunta, ¿qué razones tengo para ir a esta convocatoria?. No me gustaba, especialmente el título del manifiesto: «Nacionalismo obligatorio no. Constitución obligatoria sí». Me resulta políticamente empalagoso, y requiere estudio, debate y reflexión; creo que el problema aquí en esta autonomía es «pre-político», hay que aprender a andar con lo básico, con conceptos y experiencias fundamentadas en valores ético-cívicos así como en una moral de actitudes. Como ciudadano de a pie, hijo de emigrantes leoneses, y sin ninguna pretensión nacionalista viviendo en este «país radicalizado» desde que vine al mundo hace ya 39 años y sin sentir para nada «lo vasco», tal como lo entienden Arzalluz, Begoña Errazti, y Otegi -caso aparte, claro- quisiera ratificar, mi gesto del sábado, pero de manera escrita aquí, señor director. Quiero manifestar mi apoyo a todas las personas amenazadas, perseguidas, insultadas, vejadas y derrotadas por los asesinos de ETA y sus cómplices; quisiera ser más valiente -como así me sentí junto con otros en Donostia- para dar la cara por los que no pueden expresar sus ideas y ejercer democráticamente la oposición, ante la machacona y dominante ideología nacionalista... pero, por experiencias vividas, el miedo me paraliza... lo reconozco. Ojalá todos y cada vez más, sepamos unirnos, aún con ideologías distintas, cuando haya que apoyar y defender la democracia. Y que tantos y tantos emigrantes, e hijos de emigrantes no vivamos como pidiendo perdón. A estos que nos dicen que no somos de aquí digámosles con voz alta y clara que por encima de la tierra, de la «patria», están las personas y su libertad, digámoslo de una santa vez y si fuera con otros, mejor. Pablo Villarroel (Bilbao). Escribo a su periódico porque sé que entre sus lectores existen muchos telespectadores indignados por la actuación de Antena 3. Desde hace un tiempo está llevando una política de quitar y poner programas según le parece bien o mal. Primero quitaron El Inútil, luego Betty, después Soledad y ahora también Policías. No es justo para nosotros, los telespectadores, que nos «enganchemos» a un programa sin saber si podremos llegar a ver el final. Por favor, espero que nos ayuden publicando esta dirección electrónica: firmas_soledad@hotmail.com. Ahí estaremos recibiendo firmas (nombre completo, ciudad y DNI) para que repongan Soledad en otro horario. Gracias por todo. Sinceramente. Ana Díaz (correo electrónico). El sábado 19, seis y cuarto de la tarde, San Sebastián. Allí estuve, junto con un par de amigos, en la manifestación convocada por la Plataforma cívica ¡Basta ya!. ¡Había que haberlo visto! ¡Multitud de gentes! -venidos de muchos sitios del País Vasco y de otras autonomías-. Quería estar al lado de las víctimas del terrorismo. Unos días previos al domingo, me dediqué a leer detenidamente la intervención del lendakari Ibarretxe en el debate de política general de Euskadi» del viernes 27 de septiembre. Quería contrastar lo que ahí dice, con lo que dicen los medios de comunicación -ya me gustaría saber, ¿cuántos se han leído integramente este discurso, antes de juzgar severamente a Ibarretxe-, y la conclusión que saqué fue que no se puede presentar ningún proyecto serio, hasta que no reine la libertad y se pueda hacer oposición sin miedo. También, me bajé de internet el manifiesto que allí se iba a leer y medité durante una hora, haciéndome la pregunta, ¿qué razones tengo para ir a esta convocatoria?. No me gustaba, especialmente el título del manifiesto: «Nacionalismo obligatorio no. Constitución obligatoria sí». Me resulta políticamente empalagoso, y requiere estudio, debate y reflexión; creo que el problema aquí en esta autonomía es «pre-político», hay que aprender a andar con lo básico, con conceptos y experiencias fundamentadas en valores ético-cívicos así como en una moral de actitudes. Como ciudadano de a pie, hijo de emigrantes leoneses, y sin ninguna pretensión nacionalista viviendo en este «país radicalizado» desde que vine al mundo hace ya 39 años y sin sentir para nada «lo vasco», tal como lo entienden Arzalluz, Begoña Errazti, y Otegi -caso aparte, claro- quisiera ratificar, mi gesto del sábado, pero de manera escrita aquí, señor director. Quiero manifestar mi apoyo a todas las personas amenazadas, perseguidas, insultadas, vejadas y derrotadas por los asesinos de ETA y sus cómplices; quisiera ser más valiente -como así me sentí junto con otros en Donostia- para dar la cara por los que no pueden expresar sus ideas y ejercer democráticamente la oposición, ante la machacona y dominante ideología nacionalista... pero, por experiencias vividas, el miedo me paraliza... lo reconozco. Ojalá todos y cada vez más, sepamos unirnos, aún con ideologías distintas, cuando haya que apoyar y defender la democracia. Y que tantos y tantos emigrantes, e hijos de emigrantes no vivamos como pidiendo perdón. A estos que nos dicen que no somos de aquí digámosles con voz alta y clara que por encima de la tierra, de la «patria», están las personas y su libertad, digámoslo de una santa vez y si fuera con otros, mejor. Pablo Villarroel (Bilbao). Escribo a su periódico porque sé que entre sus lectores existen muchos telespectadores indignados por la actuación de Antena 3. Desde hace un tiempo está llevando una política de quitar y poner programas según le parece bien o mal. Primero quitaron El Inútil, luego Betty, después Soledad y ahora también Policías. No es justo para nosotros, los telespectadores, que nos «enganchemos» a un programa sin saber si podremos llegar a ver el final. Por favor, espero que nos ayuden publicando esta dirección electrónica: firmas_soledad@hotmail.com. Ahí estaremos recibiendo firmas (nombre completo, ciudad y DNI) para que repongan Soledad en otro horario. Gracias por todo. Sinceramente. Ana Díaz (correo electrónico).