Casco histórico y premio de urbanismo

Ángeles Murciego González, de la Asociación León Típico, expone: «Para la mayoría de los que desde hace años vivimos y trabajamos en el casco histórico de León, el reciente premio de urbanismo obtenido en París no es más que el producto de una absurda farsa. Los urbanistas europeos miembros del jurado de este concurso, o no leyeron el Plan Especial de Ordenación Mejora y Protección de la Ciudad Antigua de León de 1993, documento que premiaron, o no conocen nuestro Casco Histórico, o ambas cosas a la vez. No tiene sentido galardonar simultáneamente por un lado el plan especial y a sus redactores y por otro a los responsables del gobierno municipal que lo han gestionado desde 1995 vulnerándolo reiteradamente, permitiendo la desaparición de edificios catalogados que se han derribado con absoluta impunidad o en el mejor de los casos con una modificación introducida a posteriori -en el denostado y repetinamente ensalzado plan especial- a fin de legalizar hechos consumados. Todos recordamos el reciente intento de demolición o desmontaje de la casa de la plaza del Grano, frenado gracias a las protestas ciudadanas pero sin que hasta la fecha se hayan ejecutado las obras necesarias de consolidación y reparación de los daños provocados hace casi un año en este edificio, declarado histórico-singular y protegido por el galardonado plan especial con el nivel II de su catalogación. Para reafirmar mi opinión sobre lo absurdo e improcedente de este premio quiero mencionar que la pavimentación del entorno de la Catedral y de la calle Ancha, con eliminación del jardín preexistente y restricción del tráfico mediante bolardos, ha sido el proyecto más valorado, considerado emblemático y estelar en el casco histórico; pues bien, esta intervención fue realizada contraviniendo la regulación del sistema viario y las condiciones de urbanización de los espacios públicos o calles y plazas descritos respectivamente en los artículos 2.3 y 4.24 de las Ordenanzas y Normas de Protección del laureado plan especial. Concretamente el punto 4.24.2 se dedica a la calle Ancha y dice textualmente: «Tendrá un tratamiento espacial que integre adecuadamente los diferentes usos en cada tramo. La anchura entre alineaciones permite la delimitación de una banda de rodadura de 5 m. de anchura que canalice el paso de autobuses (microbuses) y el tráfico local...». Asimismo en el plano relativo a la ordenación del tráfico y el transporte aparece dibujado un carril autobús a lo largo de la calleAncha atravesando en prolongación la plaza de Regla, hasta desembocar en la avenida de José María Fernández. Es decir para los redactores del alabado plan especial, la circulación de autobuses urbanos por delante del obispado no afecta de modo sensible al conjunto monumental de la Catedral ni perjudica su deseable y adecuada conservación. Me pregunto ¿qué habrán premiado en París? ¿El plan especial o los proyectos llevados a cabo sin tenerlo en cuenta? A mi entender sólo la improvisación, la falta de rigor y el cambalache justifican la concesión de este premio, de inestimable valor propagandístico para el PP pero que la propia realidad del casco histórico desmiente, simplemente comparando los datos actuales con los de 1993, referentes a censo de población, establecimientos comerciales, establecimientos hosteleros, locales nocturnos, usos institucionales y administrativos, edificios catalogados, etcétera. No obstante, quiero acabar con optimismo, para tratar de evitar que se me acuse de ver solo el lado negativo de la realidad ¡Estoy segura de que ahora que el plan especial ha conseguido el reconocimiento internacional nuestras autoridades comenzarán a respetarlo!».