Diario de León

Patrona, otra vez se burlan de los guardias civiles

Publicado por
Ernesto Vilariño. Secretario general de Jucil
León

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La festividad de la Virgen del Pilar, patrona del cuerpo, reúne en torno al 12 de octubre diferentes actos de exaltación de la Guardia Civil. A lo largo de estos días, León es el centro de estas actividades que tendrán su punto más importante este domingo 9 de octubre. En estas jornadas habrá con seguridad discursos de autoridades, habrá desfiles, imposición de condecoraciones y, por supuesto, un solemne recuerdo a los guardias civiles fallecidos en acto de servicio. No sé si a muchos de mis compañeros les ocurrirá algo parecido a lo que siento en esos momentos, ya sea en posición de firmes o más cómodo de paisano y como público del acto. Tengo la angustiosa sensación, Patrona, dígame si le pasa lo mismo, de que en medio de toda esa parafernalia emotiva, se burlan de nosotros, los guardias civiles.

Somos muchos los compañeros que lo vemos así. Esas grandilocuentes soflamas sobre el valor de la Guardia Civil, esas palabras de ánimo por la abnegación, por el esfuerzo y por el sacrificio siguen sin acompañarse con hechos. Patrona, la Institución de la que orgullosamente formamos parte los guardias civiles es de las más valoradas por los españoles, pero al tiempo es una de las peor pagadas y más maltratadas por los políticos que se suceden en los gobiernos de España. Una institución con una plantilla cada vez más corta y atrapada entre leyes elaboradas hace dos siglos, que se adapta por pura fuerza de voluntad a un cambio tecnológico y social imprescindible.

La principal reivindicación de JUCIL desde su nacimiento es la equiparación salarial con el resto de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Se trata de un objetivo irrenunciable. Pero se burlan de nosotros Patrona, porque las diferencias no solo subsisten ¡ahora crecen! Mientras, nos cuentan que «están en ello» o «que se está estudiando», pero la brecha salarial, esa de la que tanto les gusta hablar a los políticos, ha crecido entre lo que cobra una guardia civil y lo que percibe una mujer integrada en los Mossos d’Esquadra en Cataluña. ¡Y eso que este gobierno se dice igualitario y hasta tiene un Ministerio dedicado a la Igualdad! O la igualdad es solo de boquilla ¡O se burlan de nosotros! Y las cosas empeoran con la jubilación: mientras un policía autonómico se puede jubilar a los 59 años, a un guardia civil se le obliga a arrastrar su vida laboral hasta los 65 años y cobrará 7.000 euros menos al año que el anterior, que lleva seis años disfrutando de su pensión. ¿No es una burla?

La plantilla continúa sometida al Código Penal Militar en su servicio policial y en su vida diaria. Una normativa arcaica, abusiva, discriminatoria y arbitraria. Si preguntas cómo va el cambio de estas viejas, anticuadas y caducas normas por un sistema adaptado al trabajo y la vida de los guardias civiles del siglo XXI responden con un «lo tenemos en cuenta, lo tenemos en cuenta…» o quizá algo como «en cuanto tengamos ocasión…» ¡Se burlan de nosotros!

Las horas extraordinarias excesivas no solo no han desaparecido. Este año han aumentado, así como las jornadas prolongadas sin el correspondiente descanso entre ellas, con calendarios cambiantes que hacen difícil la conciliación de la vida personal y laboral. Llevamos meses intentando que se acepte un turno genérico similar al de nuestros compañeros de la Policía Nacional y sí, ya saben ustedes la respuesta: ¡Lo están estudiando!

Junto a lo anterior, el drama en los cuarteles: el suicidio. Una lacra a la que debe de aplicarse con la máxima urgencia un cambio de actitud que ayude de forma eficiente y efectiva a los posibles afectados a salir de esta situación. ¿Y sabe qué, Patrona? ¡Sí, también lo están estudiando! ¡Se burlan!

Nos dan largas mientras desmantelan servicios y departamentos

Porque se burlan es momento de actuar. En JUCIL todos contamos, no dejamos a nadie por el camino. Lo que es injusto lo reclamamos. Si no nos oyen en el Consejo de la Guardia Civil, a pesar de que seamos la asociación mayoritaria en el mismo, nos oirán en las calles y en los despachos de los responsables políticos. ¡No lo vamos a dejar pasar, aunque quieran engañarnos! Seguimos peleando batallas como la de llevar ante la Justicia a los responsables de Salud de Cataluña, después de que el Tribunal Supremo reconociera la barbaridad de no vacunar a tiempo a policías y guardias civiles en esa comunidad sólo por el hecho de serlo. Reclamaremos, tantas veces como sea necesario a la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, las palabras de su superior, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska de que se estudiaría para el Campo de Gibraltar su declaración como zona de especial singularidad cuando lo que se ha visto es cómo se agravaba la situación este verano. El narcotráfico y la inmigración ilegal organizada han perfeccionado sus métodos y se imponen, cada vez más, a la sociedad en un sistema mafioso similar a los que sojuzgan regiones completas en otros países. Es necesaria una respuesta especializada de los profesionales que trabajan en condiciones precarias, sin incentivos económicos ni materiales y sin equipamientos suficientes frente al salto tecnológico y de violencia observado en las organizaciones criminales. Y mientras nos dan largas se desmantelan servicios especializados como en órgano de coordinación frente al narcotráfico en Andalucía. ¡Se burlan de nosotros!

De estas cosas, y de otras, como la escasa formación ofrecida, la austeridad y la veteranía de las instalaciones, de la arbitrariedad que preside traslados, comisiones de servicios o condecoraciones hemos hablado en el Consejo de la Guardia Civil durante nuestro primer año en ese órgano. ¿Y sabe, Patrona? La respuesta siempre es que sigue en estudio.

Los gobiernos en España jamás han apostado por la igualdad, ni han cumplido con la equiparación salarial. Nos prefieren discriminados, sin recursos, empobrecidos moral y económicamente. En JUCIL no lo vamos a permitir, Patrona. No vamos a dejar que se sigan burlando de los guardias civiles.

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