Diario de León

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Leo que nuestra amiga, la ministra Calviño, también había estado maniobrando cerca de Industria para que su marido obtuviera un puesto by the face.

Vengo repitiendo en mis últimos artículos que algo le pasa al españolito que cuando le dan un carguito, se vuelve loco, en este caso loca, por adentrarse en otros jardines de los que no siempre se sale bien parado, en este caso bien parada. Y es que el que no corre, vuela. Usted ya me entiende.

Se conoce ahora (también en temas como este vamos con retrasos) que la vice primera tomó cartas en el asunto para saber si colocaba, qué bonita palabra, a su marido en algo relacionado con el marketing de alguna empresa interesante. La verdad que el marketing, supone un salvavidas para aquellos que obtienen un puesto y tienen que poner algo en su tarjeta que les delate como advenedizos.

El señor Manrique de Lara, así se apellida el marido en cuestión, debe tener una especial querencia al marketing ya que sus dos últimos intentos de colocación, intentos llevados a cabo por su mujer, la vice, han estado relacionados con el marketing. En este caso era la Escuela de Organización Industrial (E.O.I) Pero ni por esas. Decía que este hombre, debe llevar un tiempo, más del que parece a simple vista en busca de trabajo, pero sin someterse a una selección como las que hace cualquier mortal que no tenga una mujer vicepresidente. Parecería que está seleccionado de antemano. Y eso es fácil entender, es jugar con ventaja.

¿Se podrá saber alguna vez si en el año 2023, España crecerá, no crecerá o que coño pasará?

Curioso que, desde las pasadas Navidades hasta hoy en día, la vicepresidenta primera del Gobierno de España, además del trabajo propio de su puesto político, también tiene tiempo para intentar, hasta ahora intentar, ya digo, colocar a su marido.

Seguramente ella, cuando hable de este tema del que se ha hablado con generosidad en la prensa, no estará de acuerdo en que su marido ha conseguido estar ahí por ser marido de quien es. Sin embargo, el resto de las gentes conocedoras de esos procedimientos la sacan una tarjeta roja por utilizar tales maniobras. Cuestión de apreciación.

Sra. vicepresidenta, intente gestionar de forma eficiente las obligaciones intrínsecas de su cargo y dígale a su marido que se prepare y que se presente a una selección de personal, como lo hace la inmensa mayoría de personas que optan a algo para lo que están preparadas y se someten a una evaluación. El sr. Manrique de Lara no. Hombre…

Pero como aquí, en nuestro país nos encanta dar lecciones, pues eso es lo que tenemos. Claro que, gracias a la prensa y a todos los medios de comunicación, resulta cada vez más difícil colarse sin pasar por el torno.

Cada vez se acercan más las próximas y muy importantes elecciones y, precisamente ahora es cuando un buen político debe tentarse la ropa para no cometer actos de que avergonzarse. Debe saber jugar y competir en buena lid. Lo contrario no debe hacerse, pero se hace. Hoy es solo un ejemplo, pero no hay que desesperar, veremos muchos más y sonreiremos cuando expliquen el porqué de su existencia. La gente quiere transparencia, pero obtiene opacidad. Es el cuento de nunca acabar.

Y hablando de cuentos, ¿se podrá saber aluna vez si en el año 2023, España crecerá, no crecerá o que coño pasará? También aquí está involucrada la vice. Ella da una cifra, sin despeinarse y luego viene el tío Paco, léase Banco de España y, naturalmente rebaja las cifras dadas por la vice. En fin una cruz que deberemos vivir con ella, al menos, hasta las próximas elecciones generales. En el ínterin, nos cansaremos de conocer noticias, rumores, y toda clase de opiniones sobre los buenos que son unos y los malísimos que son los de enfrente.

De modo que vistámonos de hombres tranquilos, estemos expectantes y vacunémonos, ahora que estamos acostumbrados contra las fakes que estarán a la orden del día hasta el 28-M como primera fecha.

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