Diario de León
Publicado por
Ángel Almanza Pérez
León

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Es sabido que todos los gobiernos de este periodo democrático han hecho concesiones a los nacionalistas: incluso se comenzó, a mi juicio, en la disposición adicional 1ª y la disposición transitoria 4ª de la Constitución, dirigido ello al PNV fundamentalmente (para lo que sirvió...) con el fin de quitarle argumentos, «armas» a ETA (qué bien le vino a Arzalluz). Los «superdiputados» que han obtenido desde entonces los nacionalistas tanto vascos como catalanes han condicionado la política española de casi todas las legislaturas, pero Vd., Sr. Sánchez, ha superado a todos en sus concesiones.

Paulatinamente se ha ido cediendo sobre todo en competencias, competencias... y también en la renovación del Cupo Vasco, siempre a su favor por unos votos; en él está la madre del cordero. Encima nos salen socialistas que gobiernan la Generalitat, más nacionalistas que Pujol (con la aquiescencia de Zapatero), como Pasqual Maragall, y José Montilla, andaluz él, que cantaba con fervor, puño en alto, Els Segadors en la Diada de 2011. ¿Por qué el PSOE, o sus marcas territoriales, se han hecho tan nacionalistas? ¿es mejor para la clase media y trabajadora, que dicen, una España escindida, dividida?

En 2012 a los dirigentes catalanes ya no les gustaba el modelo de financiación aprobado en 2009, con el voto a favor de Cataluña. Con el argumento de que «España nos roba» Artur Mas va a la Moncloa con varias decenas de peticiones y un «pacto fiscal» (lease «concierto económico»). Rajoy acepta negociar las otras peticiones pero no el concierto, pues la Constitución no lo contemplaba. Después, Artur Mas demostró que iba a por todas (espoleado, sin duda, por algunos empresarios nacionalistas, entre ellos el presidente de una multinacional catalana de la sanidad, en el Ibex-35). Comienza el ‘procés’. Puigdemon continuó adelante hasta el final con las leyes de desconexión, pseudoreferendum y proclamación de independencia, obviando informes de los letrados del Parlament, resoluciones judiciales y del Tribunal Constitucional, vamos, que se reveló (palabras de Vd.) e hizo caso omiso de todo. ¿De qué habían servido las cesiones y guantes de seda desde el 78? Aunque los catalanes habían aprobado la Constitución, muchos dirigentes nunca fueron leales a ella y la consideraron un paso transitorio hacia la meta; tampoco fueron leales a la II República, no lo olvide, Sr. Sánchez.

Con Vd. en el poder, ya se comenzó a ver por dónde iba con el pacto con Bildu en Navarra que corroboró el pasado año pactando con ese partido iniciar la salida de la Guardia Civil de esa Comunidad. Pues bien, Torra en Cataluña, el que insultaba a los españoles en sus twitters al mejor estilo supremacista de Sabino Arana, le plantea de nuevo un ultimátum: mesa de negociación bilateral, indulto, reformas que bajen drásticamente las condenas de los dirigentes por los hechos de 2017 y encima que el Estado quede inerme para otra ocasión (casi más que una amnistía). Vd., como no tiene escrúpulos, traga lo que le ordenan para que le aprueben los presupuestos y continuar en el poder. Ha dado un paso de gigante en «La España Fragmentada» a que se refiere el profesor Sosa Wagner. Ya aceptó hace tiempo enviar a Europa a la «bestia negra» de los nacionalistas, Borrel, el cese del coronel de los Cobos y trasladar la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Barcelona.

Pero la cosa no quedará ahí; lo siguiente por parte de ERC ha sido lo de siempre: referéndum para ellos solos, y con trampa (incluir a los jóvenes de 16 y 17 años, más proclives sin duda a los independentistas porque ya están envenenados de odio contra «los españoles»). ¿Por qué ese odio de muchos nacionalistas, cuando parte de lo que son se lo deben al consumo de sus productos por los españoles durante siglos? Su hombre en Cataluña, Salvador Illa, ha dicho rápidamente que ¿por qué no consulta?, y tiene en su gobierno al menos seis ministros, que se sepa, favorables a ello. Los dirigentes independentistas insisten en que volverán a hacer lo del 17: eso me suena a la advertencia (¿o es amenaza?) de los versos diez y once de su himno. El día de la votación en las Cortes se permiten encima burlarse de Vd. diciendo que han conseguido reducir «la capacidad represora del Estado» (o sea reducir la capacidad del Estado de defenderse por incumplir la ley). Ellos no ven en todo lo aprobado por Vd. a su favor un gesto de magnanimidad del Estado sino de flaqueza y debilidad de éste.

Vd. ha sobrepasado todos los limites con sus concesiones, ha traicionado al conjunto del país y debería asumir no solo consecuencias políticas sino también judiciales, como bien escribió Juan L. Cebrián el pasado diciembre. No se puede hacer tanto daño en tan pocos meses. Ya lo dijo Rufián, las buenas (para él) reformas hay que hacerlas rápido. Vd. asintió. Es indigno. No tiene principios, perdón, sí, los de Groucho Marx. Hecha por tierra las minuciosas investigaciones, y supongo que dificiles, del «procés» por las Fuerzas de seguridad, horas y horas de estudio y redacción de las sentencias y el discurso del Rey, moderado pero firme, en defensa de la Constitución y las leyes. Nos queda una ligera esperanza, el juez Llarena, en busca del resquicio de la malversación agravada para poder traer a los prófugos y juzgarlos. Veremos. Esta semana el Supremo ha dejado una advertencia para navegantes respecto a la indefensión del Estado si lo vuelven a repetir y Vd. ha sido el capitán que ha desarbolado la nave.

No diga que la convivencia en Cataluña ha mejorado pues sabe que no es cierto. Si bien ahora no hay manifestaciones, algaradas, quema de contenedores etc., es pura estrategia, ahí sigue la inmersión (los inmersos de hoy son los nacionalistas del mañana, dijo Pujol hace años) cada año más, el incumplimiento de las sentencias por el Gobern del porcentaje de castellano, la supervisión de los niños en las escuelas. Es lamentable que, ante la inacción de su Gobierno, de Vd.. tengan que ser los padres los que recurran a los jueces para que se cumplan las sentencias y Europa la que avise que las sentencias del 25% tienen que cumplirse; respecto a la libertad de expresión ahí está la amenaza a una periodista en TV3 por preguntas «inadecuadas» o críticas a su amo, el Gobern. Los nacionalistas lo controlan todo, se sienten fuertes con Vd. en el Gobierno, no han bajado ni un ápice de sus reivindicaciones de entonces y ven que con Vd. se están acercando al 100% de las mismas, que tienen el referéndum o consulta (da igual, pues las consecuencias nefastas serían las mismas) a punto de caramelo.

Si en la próxima legislatura la distribución de escaños fuera similar a la actual (Bildu y ERC sacarán más, gracias a Vd.), pasará a la historia no solo por lo de Franco, sino también por algo similar a lo que hicieron Milosevic y otros dirigentes en Yugoslavia; contribuir a destruir un país. Vd. sin armas eso sí (esperemos), y convertirlo en nuestro caso en cuatro o cinco países. El tercero será el de «su» Francina Armengol (Paisos Catalans), que sigue los pasos de Cataluña en la inmersión. ¿Y el segundo? Piense, es fácil de adivinar. Yo quizá ya no lo vea, pero Vd., con la velocidad que lleva, claro que si. Ahora pienso que tenia razón Albert Rivera cuando decía aquello de «Sánchez y su banda».

Todos los pasos que se den en la estructura territorial de un país tienen difícil la vuelta atrás, a veces ya no es posible como se está viendo, y yo creo que Vd. los ha dado fundamentales, con la soberbia y la mentira que le caracterizan. Su España plurinacional se convertirá en pluriestatal. Si hasta Otegui le reconoce su valía en pactar con los que quieren romper España.

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