Caja Provincial de Valladolid, aparición

La Caja de Ahorros Provincial de Valladolid aparece en el mes de septiembre de 1940. «La Caja (se extendió por) toda la geografía provincial y (estuvo) representada en las ocho comarcas naturales en que se dividen los 8.201 kilómetros cuadrados que componen su territorio, formado por una gran llanura en la que apenas se destacan contadas y mínimas elevaciones. Tierra de Campos, la de los pueblos grises, polvorientos, que cuesta distinguir en la sinfonía parda y ocre de sus tierras; Montes de Torozos, donde aún perduran encinas y robles, residuo de lo que hace siglos era una continua y accidentada masa de arbolado; la Campiña del Pisuerga, risueña y fértil; Páramos del Esgueva; la Tierra del Vino, continuación de la zona del mismo nombre de Zamora; Tierra de Pinares, que forma una unidad con las de Segovia, Ávila y Soria; Campos de Peñafiel, que integran los valles del Duero y Duratón, y el inmenso páramo roqueño de Campaspero; y Tierra de Medina, la comarca que floreció al amparo de las famosas ferias y mercados de Medina del Campo» (J. L. Parra).

Años antes, el 9 de julio de 1927, el Secretario y el Interventor de la Diputación Provincial, siendo presidente de la misma don Gaspar Rodríguez Pardo, presentaron a la Corporación un escrito en el que proponían la creación de una Caja de Ahorros Provincial. La Institución Provincial «vió con agrado la propuesta, aceptando desde luego, la creación de la Caja Provincial de Ahorros y encomendando a los autores de la moción, la redacción del estudio complementario» (A. Planas Utrilla); para ello, el Sr. Interventor —don José Mª Izquierdo— «hizo varios viajes en nombre de la Excma. Diputación para estudiar personalmente el funcionamiento de varias Cajas de Ahorros de vida próspera en otras capitales de provincia, y como conclusión de todos estos estudios, redactó seguidamente un proyecto de Estatutos y de Plan Técnico de funcionamiento, para la implantación de (la) Caja de Ahorros Provincial» (M. Carriedo).

Sin embargo, el proyecto de caja de ahorros no saldría adelante. «Redactados los estatutos, se enviaron para su preceptiva aprobación al Ministerio de Trabajo pero las gestiones se paralizaron (Libro de Actas del Consejo de Administración de la C.A. Provincial de Valladolid, sesión de 20 de septiembre de 1940)» (J. López Yepes).

Un segundo proyecto propiciaría la aparición definitiva de la Caja de Ahorros Provincial de Valladolid. El proceso de su fundación lo cuenta Manuel Carriedo en una reseña publicada en la revista de empresa Nuevas iniciativas (Otoño 2006, pp. 52-54) donde dice que «la Corporación provincial volvió a adoptar un segundo acuerdo al respecto con fecha 16 de abril de 1937, acuerdo que a su vez se retrasó otros dos años y medio, justo hasta la conclusión de la cruenta Guerra Civil española, pues fue a finales de 1939 cuando se volvieron a adoptar las medidas necesarias para dar, ahora sí, el nuevo y definitivo impulso. Se desplazó a Madrid en el mes de Diciembre último, una Comisión de la gestora provincial, compuesta por los Sres. Presidente, Don Eusebio Rodríguez F. Vila, Gestor Diputado, Don Saturnino Rivera, y el Sr. Interventor de fondos provinciales, Don José María Izquierdo, quienes se personaron en el Ministerio de Trabajo, para salvar, como fueron salvadas y resueltas definitivamente las dificultades que se interponían en el asunto.

Pues bien. Con fecha 9 de enero de 1940 se recibía ya en el organismo provincial vallisoletano un escrito oficial por el que se concedía al fin la preceptiva autorización, aunque solicitando al mismo tiempo que, para el normal funcionamiento de la nueva Caja, se deberían introducir sendas modificaciones en los Estatutos que se habían presentado, lo que tuvo efecto en las siguientes semanas, pues volvieron a remitirse al Ministerio de Trabajo con fecha 27 de junio, junto con la solicitud de Inscripción en el correspondiente Registro especial.

El camino ya estaba definitivamente abierto, y el 20 de septiembre de 1940, a las 6 horas de la tarde, se reunían ya en el Salón de Sesiones del Palacio Provincial, diez de los doce miembros de la Comisión Gestora creada en el seno de la Diputación… bajo la presidencia de don Eusebio Rodríguez Fernández-Vila (Presidente de la propia Diputación, por haber presidido asimismo la referida Gestora), haciendo resaltar ante los reunidos la labor social a ejercer por esta Caja y sus finalidades altamente patrióticas…

Informa también sobre el capital fundacional de la nueva Institución crediticia, que ascendía a la suma de 50.000 pesetas… Y se procede asimismo a constituir el correspondiente Consejo de Administración, que quedó formado por los mismos doce hombres que habían compuesto hasta el momento la Comisión Gestora, pero con las nuevas responsabilidades que se expresan a continuación: Presidente (el repetido don Eusebio Rodríguez Fernández-Vila); Vicepresidente (don Rafael Serrano Serrano); Secretario (don Saturnino Rivera Manescau); cinco Vocales Diputados (don Eloy Iglesias Gómez, don Santiago Rodríguez Monsalve, don Francisco Fuertes Carnicer, don Luís de Castro García y don Fausto Martín Sanz) y cuatro Vocales Vecinos (don Celso Lozano Capellán, don Arturo Moliner Blanco, don Luís Inglado de Ors y don Gerardo Perdiguero González), a los que se brindaron especiales saludos y bienvenidas… Iniciaba así su andadura en Valladolid la tercera caja de ahorros en funcionamiento por ese entonces en dicha ciudad (las otras dos eran la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valladolid, fundada en 1885, y la Caja de Ahorros Popular de Valladolid, nacida en 1916)».