Diario de León

¿Tenemos nuestras necesidades cubiertas?

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Como norma general, una persona adulta necesita básicamente para poder sobrevivir allí donde esté, dos cosas:

1.- Dinero: Al que llegará vía un trabajo o bien vía pensión de jubilación. Hay otras, pero no vienen al caso.

2.- Servicios: que incluye pensiones, médico, farmacia, escuelas, trasporte público, entidades financieras…

La realidad es apabullante. ¡Qué fácil debiera ser poder disponer de tu dinero!, pero no lo es, existe una tercera «cosa», un factor distorsionador de la realidad que es el que pone en circulación o mejor quien coloca (según le convenga) tu dinero, ese que tu no recibes en mano. Ese tercer factor, «una entidad financiera» hace con él lo que le viene en gana y como le viene en gana. A veces pero solo a veces te dicen o aconsejan que hacer y de qué modo van a emplearlo. La disposición del dinero en mano solo en pocas veces es posible, naturalmente hay que pedirlo y también en las cantidades que «precisemos». Decir que tienes mucho o poco, es mucho decir, y tengas lo que tengas lo manejan estas entidades y obtienen de ellos unos beneficios que nosotros ni sospechamos. Si vives en un pueblo, y este está alejado tu dinero es aún menos tu dinero… Así es, tal cual. ¿Por qué? por que vivimos rodeados de reglas que nos impiden relacionarnos con naturalidad con nuestro entorno. Leyes impuestas. Nos debemos, queramos o no a estas reglas, día tras día sin que nosotros podamos hacer nada para cambiarlas, es más las tenemos que acatar si o sí. En este territorio hostil, sobrevive mejor quien vive en un medio urbano, en más o en menos le queda «todo» al alcance de la mano y si has sabido «aprender» las normas que te dictan quienes las manejan pues esa suerte tienes. Quien no ha sabido o podido aprenderlas, sufrirá. Estas normas generales, son «comunes», si bien no las tendremos con facilidad en nuestro discurrir diario y si las tenemos no será en forma plena. Más que tenerlas podemos decir que las sufriremos. El color «político» casi nunca importa.

La inflación golpea más a personas mayores en zonas despobladas, son los que más sufren el fenómeno de dicha inflación. La subida de precios afecta con mas intensidad a los pensionistas que viven en poblaciones pequeñas y marginales y que además es donde están los hogares con menos ingresos y que gastan más, en lo que más sube. Nuestra CC AA (Castilla + León) sufre las más altas cifras de inflación (9,89), la de España (8,4 de media). Nos afecta más que otros la subida de precios de: los alimentos, la energía, los carburantes, la hostelería… y sin margen para consumir otros bienes distintos que han subido en menor intensidad, que están por encima del alcance del jubilado y hasta del trabajador de la «llamada» por Sánchez clase media/trabajadora. Ni que decir tiene que quienes tienen una pensión mínima, una paga que no sobrepase al SMI, o se manejan como autónomos de esta referida clase, serán quienes peor lo pasen. Preguntarnos si tenemos nuestras necesidades cubiertas es una pregunta a la que solo podremos responder que sí, si disponemos de una buena posición social. Una buena pensión, un buen trabajo y además disponer de una buena cartilla de ahorros, para superar la crisis. Si la pensión, o la remuneración sea esta por el camino que venga no sobrepasan las condiciones descritas, no tendremos nuestras necesidades cubiertas.

Todas o casi todas las reformas de estos servicios han sido algo decepcionantes, parches que precisaran pronto contrarreformas: pensiones, vivienda, familia, sanidad, función pública…

—El sistema de pensiones, necesitara una reforma urgente en los próximos años, no sabemos cómo navegará porque desde el principio está mal planteada y solo ha servido para salir del paso. Esperan días difíciles en este servicio.

—Tenemos médico: por norma general sí, pero no disponemos de él en todas y cada una de las regiones o poblaciones españolas: Por tanto sí pero no.

—Otro tanto puedo decir de si tenemos o no farmacia, si bien este servicio no es a veces tan urgente y se puede acceder de manera ordinaria.

—Tenemos escuelas públicas suficientes: pues tengo que decir también que no, que se han cerrado muchas, que han reagrupado de forma irregular los colegios y que como siempre los «marginales» son los más perjudicados. Las leyes sucesivas solo parches.

—El trasporte público es otro de los servicios que se está hurtando a quienes no pueden disponer de trasporte privado y bien que lo aprovecha la Administración para fijar como y de que manera hay trasporte público o no.

—Entidades financieras. No son un servicio, son una carga que además pagamos bien pagado tanto físicamente como emocionalmente. O te hechas a la espalda pagar por cada cosa que tengas que hacer o tienes alguien a tu lado que te soluciona los problemas o quien sabe lo que hacen de nosotros.

—Tenemos aún a pesar de los esfuerzos del Gobierno una tasa de paro superiores a cualquier país de nuestro entorno. Esta lacra viene heredada de gobiernos de muchos años atrás. Las remuneraciones asimismo son de las menores de la UE.

—El tema vivienda sobrevive a fuerza de parches que no hacen sino retroalimentar las deficiencias. Poder acceder a la compra de una vivienda es poco menos que una quimera. Los precios de los pisos no caerán al menos hasta 2025-26. El alquiler de inmuebles es excesivamente caro y los sueldos al uso solo dan para sobrevivir, teniendo que destinar más del 30% a tener un lugar donde vivir.

—Fíjense. Definición de Igualdad según la RAE: «Es el trato idéntico que un organismo, estado, empresa, asociación, grupo o individuo le brinda a las personas sin que medie ningún tipo de reparo por la raza, sexo, clase social u otra circunstancia plausible de diferencia o para hacerlo más práctico, es la ausencia de cualquier tipo de discriminación». No voy a decir que lleguemos a un alto porcentaje en el trato igualitario, pero que en España existe una desigualdad manifiesta es un hecho que no admite discusión.

—Como servicios también debemos incluir como esenciales el agua, la electricidad, el gas, la «telefonía». Bueno de las tres primeras podemos decir que las tenemos cubiertas si bien en unos casos más que en otros que ni los tendrán a día de hoy. Soportables. ¿Es soportable que nos tengan «enganchados» por donde nos tiene la telefonía? Se llama «Nomofobia» o miedo irracional a no tener en cada momento el teléfono móvil al alcance. Hasta el punto de que si estas fuera de casa y percibes que la batería está baja, entras según sea más o menos (la carga) en estado de alerta e incluso pánico. Todas su aplicaciones están diseñadas para «fidelizarnos», para hacernos dependientes en cada minuto de nuestras vidas. El tiempo medio que  invertimos en la telefonía móvil es de más de cinco horas diarias. Este «servicio» lo pagamos todos ya en este planeta.

—Casi todas ellas medidas de un plan de Recuperación de Sánchez que tal vez no caminen en la dirección correcta, claro que con estos socios de gobierno no se puede ir ni a «atropar duros». Y con una oposición a la contra pues a buscar «pactos»…

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