Diario de León
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Dicho este, que aplicado a la Medicina nos parecería de lo más natural, pero no es así. En nuestra sistema sanitario prima más lo de curar que lo de prevenir porque en nuestros sistemas de enseñanza han estado ausentes las practicas destinadas a la prevención de la enfermedad y a la promoción de la salud. Prácticas que tampoco han existido en forma de libros de texto escolares, ni de textos de bachiller y poco en las Facultades de Medicina.

Educar en salud es una necesidad en nuestro medio, por lo que reclamo como lo he hecho muchas veces antes, una asignatura a impartir en todas las escuelas e institutos que se podría llamar Educación Sanitaria y Promoción de la Salud. Luego en la Universidad a esta materia se le debe dar, más entidad.

Intento explicar con un ejemplo rápido. La promoción y la prevención de la Salud Dental desde los principios de la escolaridad del niño, desde los hogares, en el trabajo… no ha existido. Como consecuencia nos enfrentamos a graves problemas de salud derivados de esta falta de prevención, problemas que deben hacernos pensar en acometer la prevención de nuestra salud dental.

En nuestro país la Seguridad Social solo financia, extracciones, biopsias sospechosas y y patologías de interés. En cambio la reposición, los implantes, las ortodoncias, carillas, puentes, blanqueamiento… son a costa del paciente y si estos están por encima de los 60 años, casi todos precisan pasar por el odontólogo y «pueden o no pueden» hacerlo según las posibilidades económicas de los mismos.

La Prevención y Promoción de la Salud Dental no entra en los planes de nuestros gobernantes, solo tratar de solucionar los problemas ocasionados por afecciones dentales, estos problemas pueden ser enfermedades renales, enfermedades de corazón y a veces infecciones generales graves.

Otro tanto ocurre con la Salud Mental, otra asignatura «coja», que pasó por nuestros expedientes académicos como una «maría».

La línea de salida no es la mejor porque nuestra sanidad ha mirado más a «curar» el problema una vez se ha producido que a «prevenirlo», por tanto y contando con lo que contamos, nos enfrentamos a la «cronicidad» de nuestros pacientes. Nos hemos concentrado en conseguir una larga longevidad, sin pensar en mejorar al tiempo la calidad de vida. Es el momento en el que a través de médicos, y/o enfermeros y dedicando parte de su trabajo diario se hace necesario enseñar políticas activas para que estos pacientes puedan ellos mismos auto cuidarse en sus domicilios si sus patología lo permiten. Incluso sería un alivio de consultas y hasta de urgencias.

Esto, no es posible hacerlo de la noche a la mañana pero si planificarlo y comenzar su puesta en práctica. Una población sana solo se consigue con buenos y adecuados sistemas de prevención y educación en salud y estos solo los vamos a conseguir si comenzamos a infundirlos en la vida del niño. Procede y parece conveniente poner en marcha y potenciar ante estas patologías la enseñanza de los auto cuidados que cada patología precise, aprendiendo a conocer nuestro cuerpo, cuáles son sus limitaciones y cómo podemos mejorar nuestra calidad de vida.

Por otra parte, las instituciones deben recordar que muchos mayores con patologías crónicas sufren abandono y soledad, y que después de las experiencias del covid-19 son situaciones en las que hay que emplearse con más firmeza, con independencia de que el paciente que aprende a cuidarse desatasca Urgencias.

Hasta aquí, la teoría. ¡Pero veamos!, porque nuestro consejero de Sanidad «tiene diseñado un abordaje global de la cronicidad para trasformar el sistema. El nuevo modelo primará la «prevención y promoción de la salud y la actitud proactiva profesional». Dicho así: perfecto. Es tal vez lo que todos haríamos, pero me pregunto ¿cómo vamos a conjugar la prevención y promoción de la salud con tanta cronicidad como ya tenemos?

Si, como venimos diciendo es preciso comenzar en las escuelas, institutos y facultades la enseñanza en Educación Sanitaria e iniciar el tratamiento de la cronicidad en los domicilios, señor Vázquez me temo que es cuando menos complicado al menos su financiación. Necesita «dinero». Yo le podría decir de donde sacarlo. Dice también el consejero que pondrá en marcha el desarrollo y potenciación de las competencias de enfermería y de especialidades, de la disponibilidad de pruebas diagnosticas en centros de salud, de la coordinación con centros sociales «eficientes» y en numero suficiente para que estén al alcance de los usuarios siempre que lo precisen sin tener que esperar largas citas, acabar con la cita previa y potenciar la consulta a demanda y presencial. ¡La también teoría me parece buena! Otra cosa es la realidad que nos lleva cada día a más crónicos y de más larga duración.

Educar en salud es más barato que pagar la factura de las enfermedades crónicas sobrevenidas antes de tiempo por una deficiente educación sanitaria y más en un país como España con una expectativa de vida larga (83 años). La teoría nos dice que una población sana es capaz de al menos proyectar una economía sana y que el impacto de una mala salud está calculado en el 7% del PIB en los países europeos (en España cerca de 100.000 millones).

Con nuestra deficiente salud lo que no dice el consejero es como va a ser «la financiación» y como la de los profesionales sanitarios. La realidad nos dice, que va ser difícil acometer actuaciones de este calado si además sabemos que el 80% del gasto sanitario está vinculado a las patologías crónicas, que suponen el 80% de las consultas de AP y el 60% de las estancias hospitalarias. Intentar reducir estas cifras es cuestión de mucho tiempo, se trata de poner en práctica la promoción y prevención de la salud y que vaya teniendo incidencia positiva en la población.

Desde el Consejo Interterritorial de Salud deben ser planteadas estas iniciativas y ponerlas en juego de forma «global», sin enfoques ideológicos. No me conformo con que unas CC AA se lleven lo mejor del botín y el resto las migajas. El Ministerio tiene que coordinar y vertebrar nuestro Sistema Nacional de Salud desde la igualdad, por ello la financiación autonómica no puede crear más desigualdad de la que hay ni depender del territorio en el que vivan. Lo contrario será consolidar los privilegios de unos españoles frente a otros. Me temo que esta nueva legislatura va a conceder demasiado a las CC AA independentistas en detrimento de las unionistas. ¿Es nuestro presente/futuro? Pienso que es más barato un adelanto electoral que pactar con CC AA independentistas. Debemos recordar que nos esperan jubilaciones masivas de sanitarios que no se han previsto, y que tampoco se han promocionado nuevos médicos de AP ni de otras especialidades. En CyL tendremos alrededor de 3.500 médicos menos en 10 años y 3.200 menos de enfermeros. Y esto con las bolsas de trabajo vacías.

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