Los mayores atrapados por la tecnología digital

«Me acuerdo de cuando iba al medico de cabecera sin ningún requisito que el de acudir porque lo necesitabas». Siempre era atendido, con cita eso sí, si no la tenías también eras atendido, eran otros tiempos.

También me acuerdo de cuando íbamos a nuestro banco en el momento que nos era posible, o incluso cuando el director de la entidad te llamaba a casa para ofrecerte un producto o para regalarte un calendario. Me acuerdo cuando acudía al Ayuntamiento a resolver algún problema y te atendía un empleado en el momento o después de una mínima espera y hasta con empatía, salía del mismo con el problema resuelto o al menos, sabiendo que tenía que hacer para resolverlo.

Son estos algunos ejemplos de nuestra vida diaria de no hace muchos años. Actualmente estas gestiones y otras muchas son mucho más complicadas, a veces imposibles.

Estos comentarios los oímos a diario en tertulia de personas mayores de 50 años. Vivimos ya de lleno en un «mundo digital», en el mundo de la «cita previa» que comenzó con la pandemia y nos fue «metido a presión», sin tener en cuenta nuestra opinión y sin ningún sistema de enseñanza previa. Este mundo digital nos lleva a que hoy todas las gestiones de la vida diaria y de cada ciudadano están basadas en las llamadas app.

¿Y qué es una app? Es una aplicación informática para dispositivos móviles. Un complemento de la app es el Bizúm: te permite enviar y recibir dinero al instante a través del móvil usando la app de tu banco. En un futuro no muy lejano las monedas y billetes desaparecerán de la circulación.

Este mundo digital no tiene en cuenta para nada las desigualdades socioeconómicas entre individuos y entre distintas regiones geográficas creando brechas digitales «de todo tipo» y que sobre todo afecta a adultos mayores, con una desigualdad en el acceso a las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) creando grupos determinados por criterios económicos, de género, de edad, culturales o geográficas.

O sea que el ciudadano que no se maneja bien económicamente, que la cultura no es su fuerte o que vive en una zona rural y apartada, es el «enemigo». Queda fuera de pantalla o tiene que tener alguien que resuelva sus gestiones o problemas. Estas aplicaciones son un arma muy eficaz si dispones de ella, si la tienes en tu dispositivo y además si sabes cómo se utiliza.

Las app que no son de ocio o similares «dicen» que son gratuitas, luego cuando quieres quitarlas o no puedes o tienes que pagar por ello. ¿Cuáles son las que más necesitan los mayores? Casi todas por las que tienes que pagar. Pueden ser rentables si eres capaz o estás capacitado para trabajar con ellas.

En todas las gestiones que hacíamos antes personalmente, hoy falta, la presencialidad, la comunicación con la persona adecuada, esto a día de hoy «no es posible». Se nos envía automáticamente al dispositivo que como digo es muy eficaz, lo malo es que están llenas de letras, de botones, de aplicaciones que si los usas bien, obtienes un resultado si antes no se «satura», se cansa o por lo que sea te remite a otro lugar, de este a otro y así hasta que lo mandas todo a «la m…..» cerrando el móvil para mejor ocasión y lo que es peor sin haber gestionado el tema.

Estas brechas cada vez se hacen más grandes y cuando eres un poco torpe, o eres una persona discriminada de antemano por la razón que sea pues claudicas y tienes que pagar comisiones innecesarias, recurrir a una agencia o lo más frecuente a que un hijo, nieto sea tu gestor, a veces no fácil. Unos datos: el 40% de las personas mayores aseguran que no han accedido a internet. Las gestiones cotidianas que solo se pueden hacer a través de internet o de una máquina son obstáculo para el 27,1% que manifiestan que si lo intentan no lo logran.

Entre las personas mayores de 65 años el porcentaje supera el 50%, porcentaje que supera el 60% entre quienes no tienen una capacidad de gasto suficiente y no tiene ordenador, ni dispositivo móvil con las app necesarias para ello. Solo un cuarto de los adultos entre 65 y 74 años posee aptitudes digitales básicas para interpretar la información en pantalla, comunicar o resolver problemas de la vida diaria.

¿Qué tipos de brecha  digital  hay  y cuáles son sus causas? La  brecha  de acceso o tipo de brecha que hace referencia a la imposibilidad que tienen algunos grupos de acceder a las TIC en relación a las diferencias socio económicas que existen entre distintos grupos de población. La brecha de uso que hace referencia a la carencia de habilidades digitales para el manejo de las TIC y la brecha generacional que es la que existe entre los jóvenes y sus padres, abuelos…

Existe ya además y esto solo para utilización de buenos navegadores con las TIC, el banco digital o «neobanco». El término neobanco se refiere a un  número creciente de empresas de tecnología financiera que ofrecen la mayoría de los servicios de un banco tradicional en un modelo digital. ¡No precisas banco y parece ser no pagas comisiones ni gastos. es y será el futuro aunque solo podemos a día de hoy presuponerlo.

No soy negacionista de las nuevas tecnologías, las critico pero las considero necesarias y nos pueden procurar buenos beneficios. Soy escéptico cuando nos dicen que buscan mejorar la vida de las personas porque es preciso delimitar bien los campos.

Las TIC sin duda mejorarán los métodos de trabajo de los problemas que más nos atañen en nuestras vidas. Sin embargo hay sesgos en las TIC que no mejoran cuando se implantan si o si en las personas mayores. Supone un gran avance sobre todo en el presente y más en el futuro de los medios diagnósticos y de tratamiento y pronostico de las enfermedades.

Pero no conviene olvidar que las zonas rurales, apartadas y marginadas por estos sistemas invaden la Atención Primaria o los sistemas financieros… ¿cómo van a abordar sus aplicaciones? y no solamente como venimos diciendo en la atención directa al ciudadano como consumidor, ¿cómo se va a abordar el acceso al dinero de las personas que por una u otra razón no se sientan capacitados? Esta panorámica nos alerta de cómo debe ser la forma de integrar a las personas mayores en la sociedad y hacerlas partícipes en ella de las nuevas tecnologías. El problema es que se ha instaurado de forma súbita y buena cantidad de estas personas se ha negado a «entrar» en el sistema.

¿Cómo enseñar estas TIC a los mayores? Solo con una buena dosis de paciencia; con flexibilidad y no intentando acumular materias; no dejando entrever que hay preguntas tontas o muy fáciles; las explicaciones debemos apoyarlas en papel, esquemas, dibujos…; y sobre todo preparando las lecciones con ejemplos… ¿Y quién les enseña? Hasta ahora no me consta. No me cabe duda de que será difícil, ya lo está siendo.