Diario de León

TRIBUNA

Arnau Miguélez Román
Hijo de Marta Román, portavoz de la Plataforma por el Soterramiento del Tren en San Andrés del Rabanedo

No habrá votos para los malvados

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Mi madre, Marta Román, conocida por su activismo político como portavoz de la Plataforma por el Soterramiento en San Andrés del Rabanedo, falleció el día 5 de marzo, tras una larga lucha de siete años contra un cáncer.

Sus últimos tres años de vida, los dedicó en cuerpo y alma a movilizar al mayor número de políticos y vecinos, para conseguir una infraestructura largamente prometida por el Partido Socialista y por el Partido Popular, y que ambos por diversos motivos y razones, en un momento dado metieron en un cajón.

Durante largas jornadas, en las que no conocía el desaliento, se entrevistó con los políticos de todos los partidos. Empezó por su Ayuntamiento, siguió por el de León, el de La Virgen, la Diputación, la Junta, llegando a ir acompañada por sus vecinos al propio Congreso de los Diputados. Toda su actividad recibía cumplida cuenta en los medios de comunicación, que nunca, y repito nunca, la calificaron como exaltada o una oportunista que quería servirse de esta justa reivindicación para conseguir fines espurios.

Siempre tuvo una palabra amable para quien se la merecía, y la oportuna replica para aquellos que intentaban engañar a la ciudadanía. Tal era su forma de ser, pero nunca buscó la violencia ni cayó en las múltiples provocaciones que sufrió.

Tras su fallecimiento, la Plataforma por el Soterramiento la rindió un emotivo homenaje, y tras este llego un bello reconocimiento por parte de la sección de futbol femenino de la Cultural y Deportiva Leonesa. El día 27 de marzo, miércoles santo, dentro de la celebración del Pleno Ordinario del Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo se introdujo una moción para brindarle un reconocimiento.

Nos comunican si queremos leer unas palabras en recuerdo de nuestra madre, y mi hermana Neretva dice que sí. Y todo comienza a torcerse, para nuestro asombro. Por el portavoz de él mismo, porque aunque lo hace bajo el paraguas del Partido Socialista no podemos creer que este partido pueda amparar lo hecho, que describo a continuación. Don Benjamín Fernández Martínez, en uso de sus prerrogativas como concejal, vetó que mi hermana leyera la carta, que si fue leída por otra persona en el pleno, que puso todo su empeño en hacerlo, pero restó esa emotividad que mi hermana habría podido darle.

No se detuvo ahí este, torpe, intento de infravalorar a mi madre. Una vez finalizada la lectura del breve texto, la alcaldesa dio la palabra don Benjamín que comienza explicando que no se mal interprete el sentido de su voto, que no fue otro que negarse a tal reconocimiento por las siguientes razones: Se siente señalado cuando mi hermana dice «[…] librando batallas con políticos locales autonómicos e incluso nacionales..[..]», ante esto solo decir que la proposición con en este contexto viene a decir juntamente y en compañía, por lo que el portavoz sufrió un lapsus linguae al entender que se usaba la preposición contra, esto, se lo digo con el corazón, se cura leyendo.

Afirma, sin rubor y leyendo un papel, que mi madre fue poco menos que una terrorista, a la altura de los peores, asegurando que atacó al anterior equipo de gobierno y a instituciones públicas. Todo esto lo hizo sin tener una sola denuncia ni juicio por ello, increíble.

Desde el victimismo más burdo, apunta que tampoco fueron reconocidos como interlocutores validos, algo refrendado en las últimas elecciones municipales donde estos «náufragos» pasaron de ser equipo de gobierno a la oposición, este dato se le escapo al señor portavoz.

Manifiesta que incluso sufrieron escraches, alentados por nuestra madre; si alguien ha visto alguna marcha podrá atestiguar la media de edad de los participantes, y sus nulas intenciones de usar cualquier tipo de violencia. Exhibe una piel muy fina el concejal dependiendo si es el que recibe o el que da, curioso.

Ya para rematar dice, alto y claro que un lema coreado en las manifestaciones «Dónde está la Junta Vecinal» les ofende en grado sumo. Apuntando que dejan las instalaciones de la propia junta para reuniones periódicas de la Plataforma. Esto último denota, que el aún portavoz, considera la Junta Vecinal de Trobajo de su propiedad, cuando la realidad es que solo tiene potestad y mando para su buena gestión.

Este juego de ensuciar la memoria de una persona fallecida, poca mella nos hace, el verdadero reconocimiento a la labor realizada por nuestra madre se vio ampliamente recompensada con la asistencia masiva de los vecinos y vecinas de Trobajo a su funeral, como bien puede atestiguar don Máximo Muñiz Villafañe, concejal y presidente de la Junta Vecinal de Trobajo, que asistió como miembro del Coro Santiago Apóstol; apuntar que de dicho coro, él fue la excepción de acercarse a la familia a mostrar sus condolencias, una vez más el respeto y la caballerosidad como lema.

Nuestra madre nos enseñó a respetar al otro, sea quien sea, rebatiendo sus argumentos con verdades, y si estamos equivocados aprender y aceptarlo. Nunca usar medias verdades o simples mentiras.

Nos duele, y mucho que tras las siglas de un partido centenario, se atrincheren personas que no merecen este privilegio, y lo usen para hacer daño de forma torpe y gratuita, esta vez se os a caído la careta, y si sois unos malvados.

Ni don Benjamín Fernández Martínez, doña Katia Badeso González, doña Liliana Izquierdo González y don Máximo Muñiz Villafañe están a la altura de representar al Partido Socialista en ningún foro o institución, amén de haber perdido un Ayuntamiento con una larga tradición de socialismo. Emplazo al secretario provincial del citado partido, para que ponga «titulares» y no «reservas», que entienden la política como un juego de revanchismo y venganza, incluso con una persona fallecida que de nada puede ya defenderse.

Finalizo con una frase de D. Pablo Iglesias Posse «No solo hacen adeptos los partidos políticos con sus ideologías, sino con buenos ejemplos y la recta conducta de sus hombres».

Este juego de ensuciar la memoria de una persona fallecida, poca mella nos hace, el verdadero reconocimiento a la labor realizada por nuestra madre se vio ampliamente recompensada con la asistencia masiva a su funeral
Es muy alentador que Jerusalén tenga esta relevancia espiritual como Ciudad Santa. Como Santiago de Compostela o Roma
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