Chapapote blanco

NOS quejamos por todo y de vicio. Esta semana en el Bierzo, después de crecernos las branquias en el cogote con la lluvia de tres meses, un ciclón mediático oficial nos hundía aún más en la aflicción por la que nos venía encima. Un temporal de nieve nos iba a dar tal tortazo que nos dejaría la cara mirando para Roma. Pero al final, resultó que no, que fue -al menos en la comarca- el temporal de la Señorita Pepis. Y no me digan que no me pase, que hacía un cutu que cortaba. ¿Nos hemos vuelto locos, o nos hemos vuelto gilipollas?. Si es invierno tiene que hacer frío, nevar, y no tratar a los copos blancos como la peste del chapapote gallego. «¡Qué asco, Polanco!: chapapote blanco». Habrá que crear un gabinete de crisis nacional y montar el circo político para echarle la culpa a Dios de lo sucedido. En Piedrafita, el día del temporal berciano de la Señorita Pepis, la Televisión Vuestra Española (TVE) decía a las tres de la tarde que aquí era horrible, que los camiones no pasaban por la autovía, y que, ¡huy, qué miedo!, que había caído del cielo chapapote blanco. Allí, en un bar de Piedrafita, unos camioneros hincaban el diente en un humeante churrasco, y batiendo mandíbula de cara a la televisión se descojonaban de la risa. Ellos eran la noticia. Que no se entere míster Obús, el americano, porque puede ser nuestra perdición. La nieve es un peligro para la estabilidad del mundo mundial y es capaz de bombardearnos con pétalos de rosas. Y con tanto temporal, en donde parece escampar es en la Federación de Asociaciones de Vecinos del Bierzo, en donde la directiva se quedó con las ganas de presentar batalla política con la creación de una candidatura municipal en Ponferrada. Presiones, con disparos cruzados de distintas facciones, evitaron el intento no disimulado de Zapico para sacar al menos un concejal. No pudo ser. Esta semana que acabamos de consumir, a falta de carnaza política de primera, se crea la ficticia. Resulta que en Ponferrada se construyeron el año pasado 944 viviendas, 130 menos que el ejercicio anterior. Y esto -ya saben, estamos en campaña- ha servido para que el PP y el PSOE se enzarcen en la dialéctica de la nada, la que no va a ninguna parte. No soy papa para pontificar, pero el consejo a seguir de aquí hasta que pasen las elecciones de mayo es quedarse sólo con el dato objetivo y frío. Cada uno que saque sus propias conclusiones si le apetece, y si no, pues nada: a los de mayor ardor dialéctico que hagan como con el fútbol, darle sólo la importancia que merece. ¡Qué manía tienen estos políticos de hacernos pensar con su cabeza!. Y remato este menú de letras con pimiento asado del Bierzo, que comienza a escribir la primera página de la historia de su recién creado Consejo Regulador. Es de aplaudir esta iniciativa. Hay que defender lo nuestro sin mirarnos el ombligo, y sin paletismos. Que no pase lo que decía aquel entrenador: «Esto va a cambiar, vamos a dar un giro de 360 grados». No se daba cuenta que esa vuelta era quedar en el punto de partida.