BURRO AMENAZADO
Parque Nacional catatónico
REPRESENTO a la Universidad de León en el Patronato del Parque Nacional de Picos de Europa y, a mi estilo, ecologista, intento ayudar a que sajambriegos y valdeones vivan bien, eso sí, sin desmantelar el paisaje originalísimo de peña, bosque, matorral y prados que da fama mundial a estos valles. El curso de fauna cantábrica, dirigido por Benito Fuertes, que realizamos en Oseja de Sajambre, éxito en ecología, convivencia y fiestorro con las gaitas y tambores del Parr, ha puesto dedos en varias llagas a curar, tratamiento de choque que saque al Parque Nacional de su siesta catatónica. Importantísimo: creación inmediata de ventanilla administrativa única para los vecinos, cabreados, jodidos, por tener que someter cualquier proyecto a autorización de entre tres a cinco organismos -Parque Nacional, Parque Regional, Ayuntamiento, Reserva Nacional de Caza y Confederación Hidrográfica del Norte-, que, encima, en ocasiones dictaminan a favor y en contra, enloqueciéndolos. Segundo, y para esto tienen que echarle valor y redaños, acudiendo recios a Valladolid, solidarios, los dos jóvenes alcaldes, Mariano Rojo, rojeras de Valdeón, y Antonio Jaime Mendoza, pepero de Sajambre, a requerir a la nueva Consejera de Medio Ambiente dos acciones: cambiar por ley los límites del Parque Regional, para que este no incluya al Nacional, duplicidad territorial infumable, y, lograr en la Comisión Mixta de Gestión del Parque Nacional, en la que se deciden los euros a gastar, que la asignación económica a León, sea mediante un baremo que asigne los fondos en proporción al número de habitantes por superficie de terreno dentro del Parque Nacional. Es decir, que termine el chuleo y la estafa de que Asturias y Cantabria se lleven más tela que la que entra entre Ribota y Caín, las cabeceras del Sella y Cares que son los músculos de biodiversidad y gente del Parque. Inteligente, pero poco batalladora en esta clave económica, Silvia Clemente cruzó el Pontón sin pena ni gloria.